Tenemos más 299 muertos  con coronavirus por millón que Brasil (286), México (215). Sólo Chile nos supera con 301. Dicen que hay disponibles unidades de cuidados intensivos, pero todos los vías se ve  familiares llorando en los hospitales porque su pariente enfermo no consigue una UCI e incluso también están difíciles de conseguir las camas de cuidados intermedios, lo cual favorece a las clínicas, a las que tanto acusaron de aprovecharse de la situación, todo porque a más de tres meses de iniciada la emergencia no se han construido suficientes hospitales de campaña, como si hubiese una mafia dentro del gobierno que desea que la gente no tenga dónde atenderse y corra a las clínicas, mientras crece el índice de letalidad:
 
 
Fecha Infectados Fallecidos % Letalidad
1 abril 1,323 30 2.27
1 mayo 40,459 1,124 2.78
1 junio 170,039 4,634 2.73
1 julio 288,477 9,860 3.42

Se han procesado muestras acumuladas para 1’699,369 personas, 19,983 más que el día anterior,. A la fecha, se tienen 11,108 pacientes hospitalizados, de los cuales, 1,212 se encuentran en UCI con ventilación mecánica, mientras que 178 245 personas cumplieron su período de aislamiento domiciliario o fueron dados de alta de un establecimiento de salud.

 
Lima sigue siendo la región con el mayor número de infectados con 159 403. Las siguientes regiones también presentan pacientes con Covid-19: Callao (18 155), Piura (17 149), Lambayeque (13 779), La Libertad (10 148), Loreto (9072), Ancash (8130), Ucayali (7824), Ica (7727), Arequipa (7234), San Martín (5076), Junín (3996), Tumbes (2849), Huánuco (2466), Amazonas (2254), Cajamarca (2196), Madre de Dios (1897), Ayacucho (1829), Cusco (1817), Pasco (1121), Puno (974), Moquegua (958), Tacna (944), Huancavelica (913) y Apurímac (566).
 
En las últimas 24 horas perecieron 183 personas, con lo cual el acumulado desde la llegada del coronavirus al Perú es de 9,860 fallecidos, con un índice de letalidad de 3.42%.
 

A la gente le deberían decir la verdad, los hospitales y clínicas están llenos y lo más probable es que muera o sufra al acudir a uno de estos nosocomios si su caso es complicado. Para colmo hasta ya hay un caso de médicos cubanos que abandonaron un hospital al no proporcionárseles indumentaria de protección.

Ante esto el gobierno tampoco reacciona colocando puestos fijos donde la gente pueda acudir en los estados iniciales de la enfermedad en los distritos donde hay mayor contagio para descarte y tratamientos precoces. Está bien que visiten casa por casa, pero la gente necesita saber a dónde puede ir, que no sea un hospital, pues no sabe si tendrá la suerte de que su casa sea visitada por el personal de salud y no se debe dejar que la enfermedad avance hasta que sea mortal o de gravedad.

El tiempo transcurrido 3.5 meses de estado de emergencia debió ser más que suficiente para dotar a todo el sistema de salud de los instrumentos más importantes para luchar contra la pandemia, pero no ha sido así, en todas partes hay carencias.Al inicio no se tenía conocimiento sobre fármacos efectivos. Ahora se sabe que la ivermectina desde las 48 horas elimina 100% al virus en el cuerpo, con lo cual ya sólo queda continuar con un tiempo de recuperación según los daños causados a las células, tejidos u órganos.

El gobierno tuvo carta blanca para disponer de todo el presupuesto que solicitó, nadie se opuso a que considere el monto que crea conveniente.

Pero los factores que atizan la cifra de fallecidos son:

  • Un equipo de asesores en salud que parecía velar por los intereses de la gran industria farmacéutica, pues se opusieron al uso de la ivermectina. Finalmente hay que saludar que aceptaran la evidencia del combate contra la pandemia que realizaban muchos médicos en todo el Perú. Además, entre ellos pontificaban con supina ignorancia contra las mascarillas, pese a que todos vimos que en China fue una pieza importante en la lucha contra el virus. También decían otras ignorancias sobre la duración de la capacidad del virus para contagiar, la temperatura, etc., cuando ya se tenía información científica que indicaba lo contrario, es decir, ni leen informes científico frescos.
  • El gobierno cierra los ojos a la falta de medicamentos de la lista COVID-19 en las farmacias comerciales, pues debería intervenir con todas sus facultades para garantizar que esté abastecida hasta la farmacia del punto más lejano. El abastecimiento en las farmacias de hospitales no es suficiente.
  • Incapacidad para ejecutar el presupuesto para combatir el COVID-19, pues sólo hay avance de un 30%.
  • La no previsión de producción de oxígeno. El Colegio de Ingenieros asegura que se podría producir oxígeno medicinal con ayuda de las minas y que con ello la recarga de un balón podría costar S/ 0.15, pero se insiste en cerrarse a la evidencia con la consiguiente escasez y muerte. Pese a que el Presidente habló contra la corrupta norma que quita del mercado a los productores de oxígeno con pureza de 93% a 98%, la norma que dictó para aceptar el uso de 93% a 99% es sólo temporal y no definitiva, mientras estas empresas favorescidas continúan en faenones.
  • No se ha construido suficientes hospitales de campaña, en especial en poblaciones donde hay clima cálido y mayor población, donde se ha visto que el virus ha prosperado, como Piura, costa de Áncash, Ica, San Martín, Ucayali, Huánuco. El hecho de que Ica, una región costeña tan cercana, que limita con Lima, con todas las facilidades de transporte, tenga hoy el mayor índice de letalidad es un fracaso total de la estrategia médica del Comando COVID-19. En Lima tampoco hay suficiente y los hospitales tienen esperando a los pacientes a la intemperie con el frío estacional, lo cual acelera el desarrollo de neumonías y trombosis por estar sentados horas y hasta días por falta de camas. Las clínicas tienen pocas y además están llenas, de modo que es sólo teatro la llamada de atención del Presidente. No se coordinó con los productores nacionales para que vendan al Estado vestimenta de protección para el personal de salud, policías, militares y personal auxiliar, con lo cual miles se contagiaron y cientos murieron. Hasta ahora vemos que los policías sólo usan mascarilla, no gafas ni protector facial. Ellos llevan los virus a sus viviendas.
  • En lugar de usar a los soldados para repartir alimentos, los bonos resultaron en un factor de contagio por las aglomeraciones en bancos, supermercados y mercados. Además, la lista de bonos está tan mal hecha que muchos en pobreza extrema no recibieron y personas acomodadas de La Planicie y Las Lagunas de La Molina señalaron que los consideraron en la lista, como indicó el alcalde de este distrito.
  • Con la insensatez de la Sunedu, que colaboró a regalar acreditaciones con descuento a venezolanos, muchos de estos médicos están siendo contratados, en especial por Essalud, y ponen en riesgo la vida de la gente con su gran ignorancia, pues muchos pacientes recetados por ellos tuvieron que recurrir a médicos particulares para salvar su vida.
  • Sólo promesas hubo para dotar a los ciclistas de verdaderas ciclovías con continuidad en todo Lima, donde se encuentra un tercio de la población, pero muy poco se ha hecho, los tramos son muy cortos, lo cual limita el uso de la bicicleta por temor a ser atropellados e incluso asaltados. La bicicleta debería contribuir a descongestionar la demanda en buses, y por ello, pese a estar prohibido, continuamente se ven vehículos llenos a tope transitando por diversas zonas.
  • La comunicación para los sospechosos o contagiados con el virus es difícil con la congestión de las líneas 113 y 107, muchos nunca llegan a contactar. Los medios de comunicación mermeleros, en lugar de pedir más líneas para atender esta demanda, piden ellos más publicidad estatal y el gobierno está difundiendo información pagada sobre lo que ya todo el mundo sabe lo que hay que hacer.
  • La Victoria se ha convertido en un punto de contagio para miles pero su alcalde más parece preocupado en sus pretensiones presidenciales cuando no puede ni ordenar su distrito.
  • No hay adecuado control de la cadena de pruebas de descarte y van a parar a mafias.