Sospechosa actitud del abogado de Eva Bracamonte

Tras la denuncia de la Fiscalía contra Eva Bracamonte Fefer, Liliana Castro Mannarelli y el sicario Alejandro Trujillo Ospina, por el homicidio de la empresaria Myriam Fefer Salleres, la actitud profesional del abogado de ambas, Julio Rodríguez, deja ciertas interrogantes.


Conforme se revelan nuevos detalles, la actitud del abogado Julio Rodríguez levanta sospechas. Por ejemplo, tras conocerse que Eva Bracamonte cedió gratuitamente el 50% de las acciones de su empresa a favor de Liliana Castro Mannarelli, este abogado no ha pedido una pericia psicológica para Eva Bracamonte, pues para cualquiera resulta inconcebible que una persona joven regale la mitad de su empresa a una persona que conoce desde tan sólo poco antes del crimen de su madre.

El padre de Eva, Marco Bracamonte, señaló una hipótesis muy razonable: la cesión del 50% de sus acciones a Liliana Castro por parte de su hija respondería a un chantaje por el silencio en la complicidad por el crimen.

Conflicto de intereses

Habiéndose desarrollado los hechos de esta forma, la conducta profesional y ética que corresponde a un abogado sería definir a quién defiende, si a Eva Bracamonte o a Liliana Castro Mannarelli.

Al continuar defendiendo a ambas, el abogado demostraría que defiende los intereses de Liliana Castro, pues estaría actuando de manera complaciente ante un despojo patrimonial que se estaría produciendo por coacción. Como sabemos, los actos realizados bajo coacción son anulables. Y si no existiera coacción, la otra razón, es decir, que el regalo de la mitad de la empresa responda a un desequilibrio psicológico de Eva, también constituiría un acto que fundamentaría una nulidad del acto jurídico mediante el cual se le regala el 50% de las acciones.

Como lo subrayó Ariel Bracamonte, hermano de la principal sospechosa, “Julio Rodríguez se atreve a decir que Liliana Castro no puede vender, no puede hipotecar propiedades, pero ahora nos damos cuenta que ella es dueña del 50% de la empresa Sideral y que sí lo puede hacer. Esto nos demuestra que el señor Rodríguez también está mintiendo al igual que mi hermana. ¡Le pido, por favor, que hable con la verdad porque ya me estoy cansando de tanta mentira!”.

Por otro lado, un empleado de la empresa aseguró que para la defensa se vendió uno de los locales de la empresa por 95 mil dólares, siendo el precio real superior a los 160 mil dólares, acto ordenado por Liliana Castro. Un gran beneficiado con el despojo de Eva Bracamonte precisamente sería entonces el abogado Julio Rodríguez.

¿Cuál es el trabajo de Rodríguez? ¿Simular que defiende también a Eva, cuando en el fondo lo que buscaría es ayudar a Liliana Castro (quien lo contrató y toma las decisiones en la empresa) a despojar a la primera? ¿Silenciar con dinero al criminal para que no incrimine a Liliana Castro? Por lo pronto, misteriosamente, ambas viajaron a Argentina, país donde se encuentra preso el criminal, y solicitaron una transferencia de varios miles de dólares.

Más aún, Eva Bracamonte y Liliana Castro aseguran que ya no son pareja, entonces, ¿cuál es el motivo para efectuar ahora tan cuantioso regalo y para que Liliana Castro, ex mesera, sin formación profesional y sin experiencia en ese tipo de negocios, continúe al mando de la empresa? Por tanto, si el motivo del regalo fue una relación sentimental, ésta ya desapareció por propia versión de las dos. Es más, las rupturas entre homosexuales son tormentosas y se convierten en odios irrefrenables. Lo extraño acá es que suceda lo contrario, es decir, que terminada la relación Eva colme de regalos y privilegios a Liliana.

Además, si ya no hay relación de pareja y Liliana ya es propietaria del 50% de la empresa, ¿por qué vive en la casa de Eva, si ya tiene sus propios recursos, con lo cual incluso podría formar su propia empresa? ¿Acaso decide permanecer al lado de Eva Bracamonte para vigilar sus pasos y evitar que se relacione con cualquier persona que podría arrancarle la verdad?