Lizárraga amenaza a corruptos con tremendo consejo

carolina lizarraga
La flamante “zarina” anticorrupción, Carolina Lizárraga, jefa de la Oficina Nacional Anticorrupción (ONA), ha lanzado una terrible señal a los corruptos con la conformación de un belicoso Consejo Consultivo.

En primer lugar, han llegado a la conclusión de que los corruptos cometen actos demenciales que son la locura, por lo que deberán cuidarse del psicoanalista Jorge Bruce, nombrado por Carolina miembro de su Consejo Consultivo, pues ha prometido llevar al diván a cuanto corrupto asome en el Estado.

En segundo lugar, otro integrante del Consejo Consultivo, monseñor Miguel Irízar, cree que la corrupción es cosa del demonio, por tanto, amenaza sacar el diablo a los corruptos realizando feroces exorcismos.

Otro miembro destacado es el ex procurador elegido por el fugaz Fujimori, José Ugaz, quien ha prometido un pasaje a Japón para los corruptos.

En el Consejo Consultivo de la ONA también se encuentra el ex ministro de Economía Fernando Zavala, quien ha prometido una lección de presupuesto público a los corruptos.

Por su parte, el educador Constantino Carvallo ha amenazado con hacer regresar a la escuela a los corruptos.

Por último, María Lila Iwasaki, especialista en gestión, ha prometido un curso de administración a todos los corruptos.

Bueno queridos lectores, ya basta de chiste, en realidad queríamos llamar la atención sobre este cantinflesco consejo, pues estos personajes prometen no ver a los elefantes de la corrupción.

El hecho de que este consejo no cuente con ningún auditor de profesión parece confirmar el carácter circense de la ONA y su “zarina”, que más bien parecen obedecer a una maniobra psicosocial de Alan García, con la cual pretende distraer la atención y hacer creer que persigue a la corrupción.

Sería interesante saber si la “zarina” va a recomendar a Alan García que se someta a una investigación por las denuncias de enriquecimiento ilícito y dejar de ampararse en la prescripción.

Por otro lado, meditando un poco sobre los casos de corrupción revelados a la opinión pública en los últimos años, constatamos que la mayor parte han sido logros de la prensa, no de los organismos pertinentes, como la Contraloría General de la República. Tal vez lo más productivo sea crear una entidad dirigida por periodistas de investigación.