Sonó el clarín, llamando a rebato.

Capitán Eloy Villacrez

Corporaciones transnacionales coludidos con peruanos indignos, como llamaba Velasco a los entreguistas de nuestra patria, pretenden obligar al Perú a firmar la Convención del Mar, El Comando Sur de los EE. UU. sugirió a los más conspicuos representantes del sistema neoliberal nucleados bajo las normas del Consenso de Washington hacer saber al Gobierno del Perú que nuestra posición en la Haya es endeble, esgrimiendo razones sin fundamento. Su mensaje era muy claro: “para que el fallo sea favorable al Perú” es condición sine qua non firmar la Convención del Mar; para ese efecto los mensajeros Javier Pérez de Cuellar, Fabián Novak y Hernando de Soto, habrían sido los portadores de los argumentos “justificativos” en pro de firmar la citada convención. Los exministros de Alan García, A. Wagner y García Belaúnde, habrían “sustentado” la “necesidad” de firmar. Como era lógico, ese mensaje debía ser comunicado al más alto nivel, la reunión  con OHT se llevó a cabo a mediados de julio del presente, dándole a conocer esta situación y la “conveniencia” de la firma. Frente a este planteamiento, que debió ser rechazado de plano, al ser un diletante OHT, habría trnasmitido este planteamiento a la Fuerza Armada, en las personas de los Comandantes Generales y Jefes de Estado mayor del EP, AP y FAP.

Se desconoce si en este intercambio de comunicaciones y opiniones habría intervenido  Rafael Roncagliolo, en caso se haya enterado y no habría manifestado su desacuerdo, sentiría lástima y vergüenza como velasquista que soy, porque en el fondo de su ser Roncagliolo un día tomó partido por las causas nacionales y acompañó a Velasco en iniciar el cambio social más racional y contundente que haya visto nuestra nación, ahora al aceptar esta sugerencia transnacional y no objetarla, representaría que las reservas morales de nuestros luchadores quedaron a expensas de la ley de la “oferta y demanda”. Espero que haya estado al margen de estas idas y venidas, lo que sí se sabe es que el Consenso de Washington no objeta su permanencia como Canciller, por la simple razón de que si el fallo de la Haya es desfavorable el baldón lo lleva el Canciller, por no ser diplomático; si es favorable al Perú, el mérito se lo llevan los de la comisión.

Volviendo al tema, frente a la consulta de OHT sobre la opinión la Fuerza Armada para la firma de la Convención del Mar, hace 25 días se habrían reunido los Comandantes Generales de la FA con sus Estados Mayores en el Pentagonito, luego de recibir la exposición de motivos de  parte de los  mensajeros del sistema, deliberaron, sin llegar a un acuerdo. La posición del EP, luego de consultar con los Generales de División, fue que era injustificable aceptar la mutilación de nuestro mar territorial en 188 millas de ancho por 2000 millas de largo, esto es perder soberanía sobre 376,000 millas cuadradas del mar más rico del mundo, para recibir 5 mil millas del litigio. La posición de la FAP fue dejar sin definición y no tocar el tema, considerando que no hay relación entre los planteamientos de La Haya con la Convención del Mar y es más esta discusión podría llevar a una división entre los peruanos, ahora que debemos estar sólidamente unidos frente al diferendo con Chile. La Marina opinó que SERÍA CONVENIENTE FIRMAR LA CONVENCIÓN, aduciendo que no estábamos en capacidad de hacer respetar nuestros derechos marítimos y que lo mejor era adecuarnos a la legislación internacional.

Esta triple posición fue trasmitida a OHT. Se desconoce las medidas que habría adoptado, mientras tanto en las esferas castrenses y en organizaciones sociales, comienzan a germinar las medidas que se deben tomar cuando el tema de patria entra en conflicto con el ordenamiento constitucional. El EP se encuentra férreamente cohesionado: no se cede un milímetro de nuestro territorio ya sea de mar, tierra o aire, los aviadores igualmente sostienen que no es el momento para tratar ese tema; los cuadros de la Marina presentan fisuras, hay algunos que desearían firmar la Convención del Mar, olvidándose que esa riqueza inexplotada es nuestro sustento futuro; por tanto, NO  PERTENECE A LA GENERACIÓN QUE ESTAMOS DE SALIDA, ES DE LOS QUE AÚN NO NACIERON y nosotros no tenemos autoridad para disponer lo que deben recibir las futuras generaciones.

Pretender mantener en secreto todo este conciliábulo es antipatriótico y cobarde, se requiere hacer a nivel presidencial un deslinde claro y tajante, NO SE FIRMARÁ LA CONVENCIÓN DEL MAR; y es más, en vez de discutir tanto con el bendito negacionismo, para todos los que pretendan esconder los hechos aberrantes de la etapa aciaga que vivimos del 80 al 2000, debía darse una ley similar y declarar que serán sancionados con pena de cárcel por traición todos los que sugieran, opinen, recomienden, comenten o insinúen el ceder un milímetro de nuestra soberanía, como es el caso de la Convención del Mar.  

Además debemos ser muy claros, si un Presidente de la República no tiene un concepto claro de lo que es defensa de la soberanía peruana, sinceramente está de más.


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