alberto fujimori¿Cuál es el negocio?

El prófugo Alberto Fujimori, tras la resolución del juez chileno Orlando Álvarez, que rechaza la extradición al Perú, se ha salvado, en primera instancia, de ser juzgado en nuestro país.

Bachelet y los jueces chilenos alegan que no ceden a ningún tipo de presión, pero... hay preguntas en esta burla a la justicia y a los derechos humanos:

¿Pudo más el peso del TLC y los grandes negocios u ofertas de Japón a Chile?

¿O será que el traidor está vendiendo secretos de estado peruanos a Chile a cambio de su fuga?

 
¿Por qué la ligereza del juez Alvarado al realizar una evaluación de las pruebas sobre la base de un resumen, lo cual no le corresponde por tratarse no de un juicio, sino de un proceso auxiliar? Es decir, se ha atribuido actuar como si fuera en el proceso penal de fondo, sin corresponderle y sin revisar (no tendría por qué) los miles de folios de los expedientes que están en el Perú.

Si hay tanta honradez, ¿quiénes financian los más de 300 mil dólares que cuesta la defensa legal de este cobarde en Santiago?

¿Quiénes le ayudan en sus gestiones, incluyendo los trámites y búsqueda de alquiler? ¿Qué intereses tienen? ¿Cuánto ganaron en el Perú cuando era gobernante, que ahora lo asisten sabiendo que apesta de lejos, y por eso se cuidan de no dar la cara? ¿Será cierto que son personajes ligados al APRA?

¿Y quiénes, y con qué interés, financian la estadía de este sujeto en una lujosa residencia?


¿Con qué dinero viajó de Japón a Chile en vuelo privado de medio millón de dólares?

Hay muchas preguntas que responder antes de ver a este gángster en la cárcel, que extraña a Fujimori, quien debería purgar allí sus delitos hasta el fin de sus tortuosos días.