Por Juan Sheput

Alemania tiene muy claro que la mejor forma de evitar que la historia se repita es con el recuerdo permanente de lo que aconteció. Es por ello que hay museos del Holocausto, guaridas muy bien conservadas , catedrales semidestruidas, campos de concentración y documentales, una gran cantidad de documentales que les recuerdan a los alemanes los horrores del nacionalsocialismo, de Adolfo Hitler y su pandilla de criminales, protagonistas del periodo más vergonzoso de la historia de Alemania.

Como no quieren que los hechos vergonzosos se repitan, los difunden y acompañan de actos coherentes como la exigencia de explicaciones de la Canciller Merkel respecto a la decisión del Papa Benedicto XVI de perdonar al Obispo Williamson de Inglaterra respecto a sus declaraciones de que no existió el Holocausto.

En esa línea de coherencia Alemania quiere brindar una ayuda al Perú para la construcción del Museo de la Memoria en el cual se alojaría , entre otras, la muestra fotográfica Yuyanapaq, para que permanezca latente el recuerdo de una etapa muy vergonzosa para la Historia del Perú. Esta ayuda ha sido rechazada por el gobierno de Alan García, con lo cual demuestra que no sólo no ha cambiado sino que quisiera que la historia esté condenada a repetirse. Es una decisión calculada y perversa, que nos avergüenza pues nos pone en mal pie como Nación. Una Nación que no se defiende de sus hechos vergonzosos a través del recuerdo es una Nación que es incapaz de aprender de sus propios errores.

El Apra muestra coherencia en este intento. Fue este partido el que más se opuso a la creación de un Museo de la Corrupción en el cual se exhibieran a los mantillas, los kouris, y tanto sinvergüenza que desfiló por la salita del SIN a recibir su dinero. Por eso no me extraña ese comportamiento. Haría bien la sociedad civil en crear, por ejemplo, un Canal en Youtube en donde se exhiban todos los vídeos y audios de la corrupción.

Esta entrada ha sido inspirada en un reciente post del blog Desde el tercer Piso con el cual estamos de acuerdo en la mayoría del texto, menos en lo referente a la mención a Alejandro Toledo. No se puede comparar una condonación de deuda por reparación con una donación. Son cosas distintas. La condonación de la deuda por reparación exige un desembolso económico del país, en este caso el Perú, y en esa fecha no estábamos en condiciones de hacerlo. La donación es recepción sin mayor compromiso que el uso correcto en cuanto a destino del dinero. Se por otro lado, de la voluntad de explicación del presidente Toledo al Dr. Salomón Lerner a raíz de sus declaraciones que estoy seguro fueron de buena fe pero desinformado en relación al contexto.

Finalmente, ¿saben cuál es el problema mayor? que no aprendemos la lección, todos, la ciudadanía en general. Se puede rechazar la posibilidad de hacer un Museo de la Corrupción o un Museo de la Verdad y nadie se cae de espaldas. Eso es lo más penoso.

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