En el marco de la abundancia de candidatos para los gobiernos regionales y municipales del actual proceso electoral, las propuestas programáticas han pasado a un segundo plano. El foco de las preocupaciones de las organizaciones políticas participantes está en salvar las observaciones y tachas, a la espera de la última palabra de las instancias electorales, para seguir en carrera. A esto debemos agregar la indiferencia de un alto porcentaje de la población frente a esta convocatoria, con porcentajes muy elevados e inusuales de ciudadanos, que a menos de tres semanas de las elecciones, en un 39% manifiestan no saber por quién votar o que votarán en blanco o viciado.

Revisando los planes de gobierno de los 21 candidatos regionales de Arequipa, de los cuales siguen en carrera 19 (los candidatos del Partido Aprista y Podemos por el Progreso del Perú fueron excluidos), encontramos que hay una importante coincidencia en sus diagnósticos, pues la mayoría señala la importancia de contar con una economía diversificada y competitiva, fortaleciendo las cadenas productivas, para asegurar un desarrollo sostenible de la región.

Sin embargo, al momento de presentar las propuestas se incurre en generalidades al no precisar políticas o planes específicos para lograr esta diversificación. Por lo tanto, es previsible que el resultado sea seguir gestionando la región en piloto automático y a merced de la predominancia de la actividad minera y con muy poco valor agregado.

Un ejemplo concreto de esta limitación en los planes, es la ausencia de mención al potencial de la crianza de los camélidos sudamericanos domésticos (alpaca y llama) y de la conservación de los silvestres (vicuña y guanaco). La ganadería de los camélidos da lugar a dos cadenas de valor de casi similar importancia, involucrando directamente a 120 000 familias. En el país se produce alrededor de 4000 TM de fibra de alpaca anualmente, un valor a precios actuales de 128 millones de soles en fibra y 132 millones en carne, según las estadísticas del Ministerio de Agricultura y Riego. La producción de fibra de alpaca es entonces, tan importante como la de carne de alpacas y llamas.

La cadena productiva de los camélidos adquiere importancia en Arequipa, pues es aquí donde se ubican las plantas que procesan prácticamente la totalidad de la fibra de alpaca que exportamos. La producción estimada de esta ganadería asciende 532 TM de fibra con un valor de 17 millones de soles y 1950 TM de carne de alpaca y llama, con un valor de 16 millones de soles, producción que involucra directamente a 6658 familias en la región (según datos censales de CENAGRO de 2012). A pesar de esto, solo en diez planes de gobierno se menciona la intención de realizar acciones para promover la crianza de camélidos; seis se refieren a la fibra de alpaca como recurso importante, pero ninguno a la carne de alpacas y llamas ni a la fibra de vicuña como activo de las economías rurales.

Esta ausencia en los planes de gobierno es clamorosa, considerando los bajos niveles de productividad y los altos niveles de pobreza que agobian a muchos productores. No hay políticas públicas que ayuden a superar los cuellos de botella existentes, y las demandas de los criadores caen en saco roto por la ausencia de un ente público que articule las acciones del Estado, la empresa y entidades privadas, las universidades y los productores, para sacar adelante esta producción y avanzar realmente en la ansiada diversificación productiva basada en potencialidades propias.

En nuestra opinión, hay dos temas que deberían estar en los planes de gobierno en todas las regiones que cuentan con camélidos: en primer lugar, la implementación de un real plan de mejoramiento genético, que permita recuperar el tiempo perdido en estas crianzas y optimizar la producción de fibra; en segundo lugar, lograr que SENASA autorice oficialmente los camales o mataderos donde actualmente se benefician alpacas y llamas, porque la realidad es que las 16 000 toneladas de carne que consumimos anualmente a nivel nacional no provienen de camales autorizados, lo que limita el desarrollo de la industria cárnica.

Recientemente, la Mesa Regional para la Sostenibilidad de la Cadena de la Alpaca de la región Arequipa, integrada por la Cámara de Comercio, la Gerencia de Agricultura, SENASA, Produce, CITE Camélidos, FRAALPACA, AIA, y descosur, encargó a SENASA realizar un diagnóstico de la situación de los camales de la provincia de Caylloma, la principal provincia en crianza de camélidos en la región, identificándose tres camales con la infraestructura adecuada para ser autorizados a condición de algunas mejoras.

En resumen, aunque el panorama no es en primera instancia alentador, esperamos que estas elecciones sean una oportunidad para colocar en la agenda, problemas y posibilidades de las verdaderas potencialidades de la región Arequipa, algunas de ellas aún inadvertidas, para avanzar hacia la diversificación productiva.

 

desco Opina - Regional / 21 de setiembre de 2018
Programa Regional Sur – descosur