Por Alfredo Palacios Dongo

El último Monitoreo de Cultivos de Coca publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (diciembre 2018) registró un aumento del área de cultivos ilegales de coca en 14% llegando a registrarse 49,900 hectáreas incrementándose éstos en las 13 zonas evaluadas siendo las más afectadas Pichis, Palcazú, Pachitea, San Gabán, y el Vraem que registra 21,646 hectáreas (67% de la producción total y la más alta productividad), también se incrementó la producción de hoja de coca seca, principal insumo para producción de cocaína.

Hoja de coca seca, principal insumo para producir cocaína

Durante los últimos meses se ha producido un incremento de migraciones de agricultores hacia zonas cocaleras de la selva Puneña, al Huallaga y al Vraem porque el cultivo de coca representa mayores salarios que los de cacao o café, según productores de café de la provincia puneña de Sandia (zona que ganó varios concursos mundiales de café orgánico) el cultivo de café es cada vez menos rentable por plagas (roya amarilla), tratamientos que requiere a más de 3,000 msnm y porque produce una sola cosecha anual, por tal motivo, contrariamente, los cultivos de coca crecen constantemente por ser más rentable, se pueden obtener cuatro cosechas anuales y se venden los cultivos en cosecha con pagos adelantados.

Igualmente a lo largo de la carretera Interoceánica, en los tramos hacia Puerto Maldonado se incrementan los sembríos ilegales de coca, es marcado el caso de San Gabán donde cocaleros bloquearon la vía que une el Altiplano, Madre de Dios y el Cusco habiéndose producido dos muertes tras enfrentamientos con la policía, los cocaleros tratan que se retire el equipo del CORAH que busca instalar una base para iniciar erradicaciones de cultivos ilegales (la cuarta en quince años), en esta zona se incrementaron los cultivos en 226% y toda la coca es dirigida al narcotráfico porque no existe ningún agricultor cocalero empadronado en la Empresa Nacional de la Coca, y se estaría produciendo droga de alta pureza. Además en Inambari-Tambopata (límite entre Puno y Madre de Dios) también se están registrando constantes incrementos de cultivos ilegales.

Bajo este panorama, mientras no exista en las zonas cocaleras un plan de desarrollo con eficientes programas sociales (salud, educación, servicios públicos), presencia del Estado, mejor infraestructura, cultivos alternativos de mejor rendimiento económico que la coca, sensibilización de los productores de coca y adecuada asistencia técnica, la frontera cocalera (y producción de cocaína) seguirá ganando terreno.

 

Expreso, 04.05.2019