Pedro Flecha
 
Ante un nuevo Congreso, la necesaria revolución no es una idea, sino simplemente el aggiornamento de nuestra milenaria y eficiente tradición.
 
cerebro simpson
  
El derecho al “aislamiento voluntario” es en el fondo, una ideación real en el Altiplano y en la Selva ¡es un hecho! Regresando a los antecedente, es el anarquismo incomprendido y vilipendiado por la corrupción y codicia permanentea que evidenció y denunció hace casi una centuria, Manuel González Prada.
 
El cocepto de la propuesta es devolver la libertad a la gente, desde el individuo, la familia, la comunidad, para hacer de la palabra Estado flor de un acuerdo dinámico. El Estado, que debería
ser un resultado, es una indecencia tóxica, como es hoy como concepto. Y como toda cosa venenosa no es solamente innecesaria, sino deleznable.
 
Hay ejemplos. Suiza, un país con cinco idiomas, múltiples razas. Los suizos son gente rara para el mundo, cada cantón tiene una base de acuerdos locales para gente que vive ahí. Ni los nórdicos ni Corea del Norte o Cuba, son ejemplos, ya que son tiranías políticas. Por otro lado el capitalismo económico no es diferente.
 
¿Dónde está la nuez? ¡Precisamente! en el olvido y la tolerancia cobarde a la corrupción, como institución de una sociedad dispersa en etnias, regiones, religiones, que han hecho del robo realidad porque la corrupción es eso, donde, aparte de dineros, expectativas, carencias se amenaza nuestra existencia consciente misma de ser humanos o plantas, si es que las plantas nos aceptan.
 
La mejor solución alternativa está en nuestros ancestros que poblaron estas tierras. La construcción de un acuerdo en todos niveles. Por ende la ruta hacia un Estado que conversa y pacta, como en Suiza, sin otro fin que lograr congruencia y consenso voluntarios con micro Estados e iniciativas e intercambios con otros conjuntos sociales (lo hicieron los Incas) y llegamos a González Prada. ¡El mejor Estado, es ninguno!
 
¡Que se vayan todos! ¡Porque nos arreglamos solos!. La primera parte es común mundialmente, la segunda requiere ir a la base misma de nuestras historias, con errores y éxitos. En la base misma de nuestro ejercicio existencial como seres humanos, no puede ser un concepto sino una acción a todos los niveles. Por ejemplo, hay leyes melifluas para castigar a los violadores, pero la verdadera justicia nace de la base. El Estado ha sido y será ineficiente para eliminar la violación de alguien. En la cultura ancestral se separa como quara al indeseable desde la matriz comunal.
 
la raíz no está en nadie mas que nosotros mismos...
Perú: faltan pensantes, sobran corruptos ignaros.
 
pedroflecha@ yahoo.com
 
14.11.2019