congreso pleno abr 2015Herbert Mujica Rojas
 
El pleno del Jurado Nacional de Elecciones decidió no aplicar la valla electoral, el mínimo necesario para tener vida legal y reconocida por el respaldo de votos de la ciudadanía. Es decir los sinverguenzas que han capturado los membretes políticos continuarán gozando de buena salud.
 
En resumen apretado NO IMPORTA que cualquier club electoral no alcance siquiera el monto mínimo de votos, el proceso del 26 de enero, al ser sólo de efectos parlamentarios, no cuestionará ni pulverizará lo que ya son colecciones de cadáveres inmorales sacando provecho propio a sus agrupaciones.
 
El monto mínimo de votación se aplicaba para la legitimación a los llamados partidos. Pero como en el país de las grandes componendas éstas se hacen al amparo mudo, sordo y ciego de una sociedad civil que no ve horizonte ni nada, pues no hay mayor sobresalto.
 
Ha dicho Fernando Tuesta: “Interpretación errónea que favorecerá a los partidos cascarones y vientres de alquiler. Las elecciones del 2021 estarán plagadas de los mismos 24 partidos inscritos. Ese es el problema de hacer leyes que abren el espacio para la interpretación”. Mi posición http://pucp.edu.pe/pTO72x
 
No sólo eso. Las pandillas dirigentes, aún disgregadas en mil y un facciones, pueden respirar con satisfacción. Sus líos callejoneros y por el reparto de las sinecuras persistirán sin que nadie pueda objetar su orfandad electoral y miseria popular.
 
¿Es casualidad cuánto ocurre en nuestras tierras? Quien diga que sí a rajatabla, es un bobo, el que se oponga no deja de tener razón.
 
Verbi gracia. El ponente de la libertad de Keiko Fujimori fue Carlos Ramos. El mismo magistrado lo fue en el tema de la competencial. Sabido es que la señora de marras está en libertad pero que lo del Congreso y su impugnación encalló. ¿No es un típico toma y daca?
 
El acelerado plan de estupidización colectiva de la sociedad sigue imparable. Los miedos de comunicación informan de cruentos y desopilantes crímenes con detalles morbosos y ociosos y si se añade la cuota contra los venezolanos (muy metidos en actos ilícitos, algunos), la faena se redondea vilmente.
 
Difícil esperar que un Congreso por 15 meses resuelva los temas centrales de estancamiento, falta de esperanza, orfandad de fe que padece el pueblo peruano desde hace casi 200 años. La independencia constituyó un artificio de minorías y desde entonces poco o casi nada ha cambiado. Los apellidos, proveniencias, estilos, mutan no obstante la savia maléfica de opresión sobre las grandes mayorías permanece incólume cuanto que insolente.
 
Nada pasará a los que ¡ni siquiera alcancen representación en el nuevo Congreso! La patente de corso, la licencia de oro para seguir operando desde donde están hace décadas ya ha sido comunicada por el pleno del JNE. ¿No convendría pensar seriamente en reformar estas organizaciones tan cómplices del desbarajuste que se llama Perú?
 
 
16.01.2020
 
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