Freddy Salazar*

Ante la amenazadora propagación del COVID19 el gobierno está adoptando algunas medidas y entre ellas ha orientado a las empresas a otorgar licencias médicas en caso de enfermedad o ante la necesidad de aislamiento por evaluación. Sin embargo, se señala que, solo en caso de ser portador del virus la empresa reconocerá al trabajador/ra (si sigue vivo por supuesto) los días dejados de trabajar, y que en el caso que no lo fuera él o ella deberá “devolver” los días no trabajados.

 

coronavirus covid 19 Weber State University

COVID-19. Weber State University

 

Esto merece una condena general que ya mismo con el pronunciamiento de todos los sindicatos y centrales dirigiéndonos al gobierno, debería corregirse. Pero el problema es más grande y hay que abordarlo en su integridad.

La postura del gobierno y de los empresarios ante la pandemia es de clase: mientras ellos se ponen a buen recaudo, exponen a la enfermedad o la muerte a las y los trabajadores.

Por ejemplo, todas las grandes empresas y las instituciones del Estado, han otorgado permisos o vacaciones a sus altos funcionarios, y han restringido severamente las actividades y exposición pública de los que han quedado con el fin de evitar toda posibilidad que se contagien. Está muy bien. ¿Y los que trabajamos en grandes fábricas, nos desplazamos en el Metro y medios de transporte masivos, qué, nosotros sí tenemos que exponernos para garantizar que los negocios sigan funcionando?

Es lógico que se suspendan las clases y las actividades en los lugares públicos. De esto se habla por todos los medios como la santa solución. Pero nadie habla de las obreras y obreros, quienes debemos seguir expuestos a contraer el virus.

Los señores Belmont, Romero, Benavides, Brescia, Rodriguez Pastor y sus familias se han puesto a buen recaudo y seguramente toman sol en sus piscinas mientras la mayoría del pueblo vive en pánico.  

Preguntamos: ¿por qué los males sociales lo tenemos que pagar los obreros y obreras? Porque esta sociedad es de clase y los ricos son los que detentan el poder. Esto es como la guerra: mientras ellos se disputan el botín los que ponen los muertos son los pobres.

Del mismo modo el gobierno también dice hay que comprar jabón, alcohol, toallitas y nos da instrucciones de cómo lavarnos las manos. Las familias pudientes ya vaciaron las grandes tiendas provisionándose de todo. Y los pobres, los que no tenemos plata, ¿qué? Preguntamos: qué le cuesta al gobierno repartir masivamente o colocar en lugares públicos bidones de agua, jabón y otras recursos mínimos?

El gobierno dice que está preparado para enfrentar la propagación del mal, pero es mentira. No existe capacidad para realizar análisis masivos. No existe capacidad (equipamiento, médicos, espacios físicos) para atender a los que caigan enfermos. Hoy mismo en Iquitos la gente afectada por el Dengue está muriendo en las colas del Hospital regional, porque no existe capacidad de atención ante este flagelo que ya cobró la vida de 23 personas.

Si se propaga el mal que Dios nos agarre confesados porque los trabajadoras/res estamos indefensos. Para evitarlo solo queda un camino: tomar en nuestras manos la lucha contra la propagación del mal. No aceptemos ser conejillos de indias del gobierno y de los empresarios: el gobierno no quiere gastar plata, como no lo hace para reconstruir el Norte ni para combatir al Dengue; y para los empresarios nosotros somos un “costo” y con la reforma laborar buscan abaratar más lo que ya es barato, lo que no asegura que cumplan ni con las previsiones mínimas que ha dispuesto el MINTRA. Los únicos que evitarán que enfermemos o muramos somos nosotros mismos. ¿Cómo? Actuando, poniendo en acción a nuestras organizaciones sindicales y a toda organización popular para ser parte de esta batalla.

Esto debe empezar por los lugares de trabajo donde los sindicatos debemos vigilar que haya suministro suficiente de artículos de limpieza, evaluando la situación de nuestros compañeros/ras para que sean evaluados en caso de sospecha sin pérdida de salario; exigiendo se disponga el uso de mascarillas en las áreas de trabajo donde tenemos que interactuar con otras personas, como están haciendo en varios lugares, que se exija a la empresa un lote de medios de limpieza básicos para las familias obreras, etc. Y si la patronal no cumple, parar y hacer huelga, porque nos explotan todo el tiempo pero no vamos a aceptar que ahora nos maten.

* Red Obrera

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