Alan Fairlie Reinoso
 
En la 24.° Conferencia Anual de la CAF se abordó la problemática de la salud en la pandemia a través del Conversatorio: “Éxitos y fracasos: nuestros sistemas de salud bajo presión”, en la cual participaron diversos especialistas de salud pública; y, funcionarios de la Organización Panamericana de la Salud, la Organización Mundial de la Salud, y las Naciones Unidas. A continuación señalaremos los principales aspectos que se abordaron:
 
 
UCI coronavirus 6
Datos
Latinoamérica se ha convertido en el foco del COVID-19 con 5 millones de casos confirmados, y con el 8% de la población mundial que tiene el 43% de las muertes diarias a nivel mundial: Perú, los EE. UU. y México. En ese sentido, se indica que nos encontramos en una “triple crisis” que es sanitaria, económica, y social, lo cual llevará a 45 millones de personas caer bajo el nivel de pobreza. Esta problemática debe ser abordada con urgencia por los países de la región para transformar sus sistemas de salud, de desarrollo, y de educación con el fin de construir sociedades más equitativas y resilentes, en cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
 
Fortalecer el sistema de salud público
Las intervenciones señalaron que, una de las principales lecciones que la pandemia ha dejado a nivel mundial es que si no tenemos  una adecuada capacidad de atención en salud en tiempos normales, no se podrá atender a la población en tiempos de crisis. Esta pandemia sorprendió a muchos países con sistemas de salud que tenían deficiencias acumuladas como la falta de abastecimiento, los bajos ingresos, la falta de acceso a la salud, lo cual ha profundizado la discriminación por la pobreza.
 
Los niveles de inversión en salud pública deben de asegurar una atención integral para resolver las necesidades a todo nivel. Según la Organización Mundial de la Salud, el presupuesto para la salud en la Américas es bajo, sólo con un 3.6% del PBI cuando debe ser un 6% del PBI. Asimismo, los programas sobre estrategias frente a amenazas biológicas o naturales fueron muy lentos para empezar la actuar y existió un sesgo para financiar estas amenazas biológicas.Por lo que se necesita fortalecer la medicina, la vigilancia y el acceso a la salud.
 
Al finalizar la pandemia, la salud no puede volver a estar en el abandono, se debe de garantizar el acceso a la salud como derecho, asegurando la equidad y la preparación ante nuevas pandemias. Las autoridades de la salud y los profesionales de la salud son quienes han destacado por su papel de enfrentar el Covid-19, debe ser una prioridad de los gobiernos asegurar sus condiciones de seguridad con equipos de protección personal y atención a sus demandas laborales, este sector no puede olvidarse al terminar la crisis. A nivel mundial, los sistemas de salud público deben ser fortalecidos.
 
La importancia de la cooperación regional para enfrentar la pandemia
Al respecto, las intervenciones mencionaron que esta crisis ha afectado a todo nivel, por lo que no se puede reiniciar la economía si no se afronta la crisis sanitaria, si no se atienden a los pobres y a los de la economía informal. Las medidas restrictivas que limitaron derechos de los ciudadanos deben de ir acompañados con medidas de protección social como las económicas para proteger a los más vulnerables garantizando los ingresos básicos. Se requiere el trabajo desde el nivel comunitario hasta el nivel regional y mundial, solo una acción colectiva y concertada podrá detener al COVID-19.
 
En ese sentido, la Organización Panamericana de la Salud, ha propuesto la solidaridad en la región con el fin de generar un consenso entre todos los actores y liderazgos fuertes para promover un trabajo conjunto que comparta información, recursos, experiencias, con intervenciones en los países de la región. Resaltan la necesidad de crear alianzas regionales con la población afectada para elaborar lineamientos de control del COVID-19 y proteger a la población y reactivar la economía.
 
Asimismo, como parte de las lecciones de la pandemia, es que los gobiernos deben prepararse para liderar respuestas ante pandemias futuras fortaleciendo la vigilancia sanitaria y teniendo una mejor comunicación con la ciudadanía para la información y las medidas de salud pública.
 
Finalmente, expresaron que se necesita una Organización Mundial de la Salud fortalecida, con presupuesto y herramientas necesarias para implementar sistemas de salud resilentes y con la cooperación de los organismos multilaterales.
 
Balance
El sistema de salud público y los sistemas de protección social deben ser prioridad para los gobiernos no sólo para superar la crisis actual, sino a su vez para garantizar su acceso universal a la población de manera permanente. En ese sentido, y contribuyendo a este debate, presenté y fue aprobado en el Parlamento Andino la Recomendación N° 378 “Sobre los Pisos de Protección Social para los trabajadores andinos”, que hace un llamado a reconocer la necesidad de implementar los pisos de protección social, como el acceso a una atención de salud de calidad; y el Marco Normativo sobre “Garantías Mínimas de Seguridad Social, Pensiones y/o Jubilaciones en los países Andinos” basado en la solidaridad y el equilibrio financiero.