Alan Fairlie Reinoso
 
Hemos tenidos meses tumultuosos, en los que no fuimos capaces de ponernos de acuerdo para enfrentar la emergencia nacional. La “nueva ola” de la pandemia nos encuentra sumamente vulnerables, pese a los esfuerzos que desde el sector público y privado se realizaron, lamentablemente sin la coordinación y el liderazgo suficientes, y con los mejores cerebros y gestores del país. EL comportamiento irresponsable de un sector de la población tampoco ayudó.
 
 

MTC Bus rojo reglas coronavirus

 

 

Propusimos en su momento, un gabinete de unidad nacional y comisiones plenipotenciarias, en el ámbito económico, salud y ciencia y tecnología. Convocando a los mejores hombres y mujeres en sus campos, civiles y militares, articulando el accionar conjunto de nuestras instituciones y de la sociedad civil.
 
El Presidente Sagasti ha heredado la situación, pero no ha podido actuar a la velocidad requerida, quizá por malos diagnósticos sobre la gravedad de la situación, presiones de grupos y poderes fácticos a los que más les interesan sus bolsillos que la salud del pueblo. Asumió una tarea delicada en un momento crítico, así como los miembros de su gabinete. Pero, consideramos se debe reforzar el equipo, con liderazgos científicos y técnicos, más que políticos, tan desprestigiados. Es muy complicado en plena campaña electoral, donde se manifiestan comportamientos irresponsables (hasta  suicidas) para aparecer en las encuestas. Y, propuestas plausibles, lamentablemente son parte de gestos o campañas electoreras que les quitan peso y credibilidad.
 
Hay diferentes propuestas de expertos en salud que se pueden implementar, señalan errores por corregir y sobre todo alternativas, deberían ser convocados. Para  atención primaria, la multiplicación y uso eficiente de los recursos, camas UCI, oxigeno, tratamientos,  las campañas con las Fuerzas Armadas y el Sector Privado, iglesias, sociedad civil. Convocar los mayores expertos y colegios profesionales Han hecho propuestas oportunamente que no han sido atendidas, eso es inaceptable.
 
En el campo científico, el manejo de las vacunas, las pruebas, el seguimiento y monitoreo interno, la producción de equipos e insumos nacionales en alianza con la academia y la industria nacional. Deben comprarse todas las vacunas posibles, de diferentes fuentes: laboratorios privados que se están utilizando en varios países, la china, la rusa, la cubana que se anuncia. No pueden haber ataduras ideológicas ni intereses subalternos en estas compras, o ceder a presiones externas. Hay que comprar a todos hasta  alcanzar la cantidad que se necesita para vacunar a la población.
 
En el plano económico se ha vuelto a la fase 2, pero no hay nada definido para el sector informal, demora lo inimaginable la atención a la agricultura familiar y campesina para el aseguramiento de alimentos para las familias. No se protege a la industria nacional de la competencia desleal externa, aún en estas situaciones críticas. Se debe sancionar la especulación y el acaparamiento. El bono, disminuido, sale con fórceps y por presión popular. Pero, es insuficiente.
 
Este debería ser  el rol de un gobierno de transición, atendiendo la emergencia sanitaria, definiendo políticas ahora para salir de la recesión y hojas de ruta concertadas para el periodo inmediato. Debe tener mayor relevancia el acuerdo nacional, las fuerzas armadas, convocar el COEN, que tuvo destacada actuación durante el fenómeno del niño hace unos años.
Pero, debe ser un aporte patriótico, sin intereses electoreros y subalternos. Tenemos los cuadros en diferentes partidos que  están participando en las elecciones y varios que no son candidatos. Hay que convocar a los mejores, sin interesar su color político.
 
Presidente Sagasti, tiene la palabra. No volvamos a cometer los errores del pasado, ya no hay tiempo. Por lo menos en el plano de salud y científico pongámonos de acuerdo, y que la población en las urnas señale el camino que desea para los próximos años. Pero primero hay que salir de la emergencia sanitaria con una estrategia que inicie este gobierno de transición y continúe el siguiente con esos científicos o técnicos que sigan con su labor, hasta alcanzar los objetivos mínimos para salir de la  crisis.