Herbert Mujica Rojas

Abundan en Perú estos personajes de indecorosa fama y obsequiadores de porciones de la riqueza del Perú. Vinculados a todos los gobiernos, siempre tienen abogángsteres dispuestos a legalizar sus latrocinios. ¡Son los vendepatria!

 

corrupcion en todas partes

 

El Congreso aprobó, días atrás, que soldados foráneos ingresaran a Perú y se paseasen como Pedro por su casa. Los pretextos institucionales de la lucha contra las drogas, son de cajón pero no disimulan el servilismo.

Años atrás, sugerí en un artículo, que si Estados Unidos tiene una firme voluntad para erradicar el narcotráfico, entonces ¿por qué no compra la producción completa de hojas de coca a precio justo y ayudaba a la sustitución de cultivos por unos 10 años?

¡Claro que le malogra los intereses muy bien calculados a los que necesitan un magnífico esquema teórico de “combate total” a las drogas. Las grandes empresas mundiales se quedarían sin los dólares negros que se consiguen sin límite con el narcotráfico.

Los traidores a la Patria son los que, aprovechando sus altas investiduras y puestos claves, regalan la soberanía del Perú en múltiples aspectos

¿Quién hace los pasaportes? Una empresa monopólica francesa que siempre gana los procesos en Migraciones: IN Groupe que es una firma del Estado galo y que recibe dinero del Perú para pagar a sus empleados.

La otra cara de la moneda es indignante: decenas o cientos de trabajadores peruanos NO tienen trabajo porque los pasaportes se hacen en Francia.

El 2007 y 2011, el ministerio de Transportes y Comunicaciones, en combinación con la DGAC, Dirección General de Aeronáutica Civil, con los ministros Verónica Zavala y Carlos Puga Pomareda; y Enrique Cornejo y Ramón Gamarra Trujillo, respectivamente, obsequiaron la soberanía áerea del Perú a Lan Chile (hoy LATAM).

El presidente era Alan García Pérez y el canciller José Antonio García Belaunde y el vice Gonzalo Gutiérrez Reinel.

Cuando hice esta denuncia -2017, en el programa televisivo Todo se sabe- el ex presidente estaba vivo y él y la corte de paniaguados que le adulaban ¡no pronunciaron ni una sílaba!

Hoy mismo, ese silencio traidor es notable entre los alanistas que carecen de la más mínima explicación.

¿Desde cuándo las traiciones al Perú poseen predicamento?

Repsol, la poderosa empresa española, produjo un daño ecológico inmenso y atentó contra el modus vivendi de cientos de personas en el norte chico, hace pocos meses. Y sus reparaciones son cosméticas, baratas, epidérmicas. ¿Qué ha hecho el Estado peruano? A excepción de maquillajes en forma de tímidas y hasta avergonzadas protestas: ¡nada!

La empresa china Cosco Shipping anunció, con lenguaje ambiguo, su enfoque sobre los desastres ocurridos en el norte chico, también, y en las inmediaciones donde construyen un túnel. ¿Sabe alguien de la enérgica presión esperada para que esa firma repare su crimen?

Por tanto, el silencio o la componenda burocrática, también son actos de los vendepatria, acostumbrados a manejar presupuestos altísimos en la compra de periodistas que confunden, mimetizan y hacen olvidar estas barbaridades.

Cuando se privilegia mañosamente a empresas foráneas robándole el puesto de trabajo a los peruanos, se incurre en traición.

¡Que se ahuyenta a la inversión extranjera, como dicen los panegiristas, es una estupidez de alto calibre!

La inversión foránea no puede pretender que sus robos y trucos contra la ley y vía la compra de traidores, sean su “oferta” modernizante. Antes que eso, a tales prácticas se llama corrupción.

Y quien alienta la corrupción que saquea los recursos del Estado que provienen del bolsillo de los contribuyentes, es simplemente vendepatria.

¿Necesita el Estado soberano del Perú del visto bueno de tropas extranjeras armadas hasta los dientes y haciendo turismo a lo largo y ancho del Perú?

¿Qué hay de esa Cancillería tan preocupada en mantener sus linajes, apellidos, blancura de la piel en sus más altos representantes y que maltrata a sus funcionarios, los bota del servicio y perdona a las vacas sagradas aunque hayan producido muchas traiciones?

Plagados de vendepatria que resultan no pocas veces los más altos dirigentes de los clubes electorales, ex diputados, ex senadores, ex gobernadores, fauna en la que la renovación es palabra prohibida, son un vivero lamentable de apóstatas.

Bien hizo Diario Uno en su portada de ayer al llamar Congreso vendepatria al actual Legislativo. Sin rubor, despojado de amor por el Perú y muy concentrado en su soberbia ignorante, es uno de los más olvidables.

El drama peruano consiste en que una vez que salen del foco luminoso, se sombrean, esconden, fugan y aguardan un poquito para reaparecer.

Urgente leyes que castiguen de por vida a los vendepatria por proditores.

 

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26.05.2023
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas