Cusco da una lección de dignidad a García Pérez
Cusco da una lección de dignidad a García Pérez
Por: Julio Antonio Gutiérrez Samanez
Cuando todo un pueblo se pone de pie y decide protestar, sacudir los harapos y tirar a la cara de los patrones la escudilla inmunda donde le sirven los huesos y migajas que caen de sus mesas, y exige, valientemente, a través de paros y huelgas, que cambie ese miserable estado de cosas, que lo condenan a la miseria, la pobreza, la desocupación, la desesperación y la falta de salud, vivienda y educación. Mientras, los usurpadores de los gobiernos de turno y sus patrocinados redondean sus lomos y se preparan como buitres para chuparnos las últimas gotas de sangre de nuestros desnutridos cuerpos, dictando leyes con nombre propio, para favorecer a grupos de poder, zurrándose en la protesta del pueblo que las padecerá.