Cuasi solos, pero más fuertes que nunca
Tuve, días atrás, la peregrina como insólita idea de plantear un esfuerzo de asociación de voluntades, ideas, cuanto que de recursos tangibles e intangibles, con el revolucionario y valiente elan de estudiar, diseccionar y denunciar a una mafia de embusteros multidisciplinarios que se alaban entre sí, se enriquecen con la pobreza y que ha establecido una dictadura monopolizadora de ciertos temas que dan muchos y abundantes dólares. A nadie escapa la certeza que una tarea hercúlea como aquella, demanda enorme inversión de tiempo e investigación. Y tampoco, que son muy pocos los que se han atrevido a romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz.