Chile próximo a adquirir nuevo satélite
satelite
Por Ing. Cesar Santisteban Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Sin ánimo de desatar una competencia entre países en el tema satelital, pero si como una directa critica a los órganos competentes en este tema en nuestro país, esta vez nos ocupamos de una noticia que ya no es novedad y de la cual ya hemos hablado el 2007, y es la referida a la próxima adquisición de un satélite de alta resolución por el gobierno chileno.

 

 
Hablo de crítica debido a que, como hemos mencionado ampliamente en anteriores notas, nuestro país estuvo liderando en esta parte del continente una iniciativa tecnológica sin precedentes, como fue el diseño y desarrollo del minisatélite de teledetección de alta resolución CONIDASAT, desarrollado y construido por personal 100% peruano, lo cual nos situaba como lideres en el campo aeroespacial en la región, ello teniendo en cuenta que tanto Brasil, Chile y Argentina habían comprado prácticamente hechos sus respectivos satélites, mientras que en Perú lo estábamos construyendo tornillo a tornillo.


La institución rectora en este tema, CONIDA, el 2003 paralizó este trascendental y visionario proyecto, y dando un retroceso de por lo menos 15 años, viene impulsando la implementación de una ahora totalmente obsoleta “Estación Terrena” para recibir imágenes de satélites extranjeros, por lo cuales pagaríamos anualmente licencias de millones de dólares sin ser dueños de nada, salvo de una antena.


La pregunta es: ¿Quien se beneficia con esta obsoleta propuesta?, ello mientras los componentes del CONIDASAT, como ruedas de reacción, sistema de computo de abordo, telescopio, microprocesadores, etc., etc., yacen en algún deposito hongueándose.

El tema de la observación de la tierra dejo de ser parte del exclusivo club de países de primer mundo, ello con la aparición de los micro y mini satélites que abarataron los costos en un 90%, ahora países en vías de desarrollo como Chile, Nigeria, Argelia, Turquía, etc., ya cuentan con satélites propios, sobre los cuales tienen total control y cuyas capacidades tecnológicas son cada vez mayores, superando largamente en prestaciones tecnológicas a los antiguos satélites como Landsat o Spot por mencionar a los mas conocidos.

Como ejemplo podemos mencionar al satélite Topsat con solo 1 mt3 de volumen, 120 Kg. de peso, desarrollado en 24 meses y con 7 años de vida útil. Cuenta con una cámara dual de alta resolución que toma imágenes pancromáticas de 2 mts de detalle y multiespectrales de 4 mts, con una franja de barrido continuo de 30 Km. de ancho y 3,000 Km. de longitud. Adicionalmente cuenta con otra cámara multiespectral de 22 mts de detalle y un área de barrido de 600 x 600 Km. para estudios regionales. Tiene un periodo de revisita de 2 días y transmite los datos encriptados en tiempo real a una estación terrena de recepción y de control de misión totalmente autónoma. Este satélite tiene un costo aproximado de US. 25’ M de dólares.

LA INMENSA GAMA DE APLICACIONES


También es importante citar la gran cantidad de aplicaciones que van de hecho mucho mas allá de la seguridad y defensa nacional, y es todo aquello que esta relacionado por los recursos naturales, el medio ambiente y la prevención de desastres naturales, mas aun ahora con la actual propuesta de creación del Ministerio de Recursos Naturales, el cual necesitara de herramientas tecnológicas para cumplir la delicada misión que le será encomendada. Como ejemplo de aplicaciones concretas en nuestro país podemos citar:

  • INRENA, estudios de deforestación de bosques, programas de monitoreo ambiental, monitoreo de glaciares y lagunas, control de incendios forestales, desarrollo de PAMA’s e EIA’s, etc.;
  • Ministerio de Transportes-MTC, planificación de proyectos de infraestructura vial, control de avances de obras e impacto en áreas circundantes, programas de rehabilitación, atención de emergencias viales, etc.;
  • Ministerio de Pesquería, bonificación de áreas con potencial acuícola, otorgamiento de concesiones y monitoreo ambiental, para localización de infraestructura pesquera, apoyo al sistema SISESAT, etc.;
  • IMARPE, estudios costeros, bonificación de áreas acuícolas, monitoreo de mareas rojas, para el diseño de muestreos oceanográficos costeros, etc.;
  • HIDRONAV, otorgamiento y monitoreo de concesiones marinas, para apoyo a los monitoreos oceanográficos, para actualización cartográfica de zonas costeras y de cartografía hidrográfica y ribereña, etc.;
  • INDECI, cuantificación de danos, planificación de reconstrucción, reforzamiento de infraestructura, bonificación de riesgos, etc.;
  • DICAPI, para apoyar el control costero y de puertos, como apoyo a los sistema de seguridad costera, etc.;
  • INGEMMET, programas de monitoreo, geología estructural, actualización cartográfica de concesiones, etc.
  • Ministerio de Agricultura/PETT, bonificación agroecológica, proyectos de expansión agrícola, monitoreo de desertificación, Catastro Rural, pronostico de cosechas, bonificación agroecológica para proyectos como Sierra Exportadora;
  • Ministerio de Relaciones Exteriores, planificación de proyectos de desarrollo fronterizo, programas binacionales de cooperación, etc.;
  • PRONAMACHCS, conformación de cartografía base para programas y proyectos de desarrollo, inventario de recursos hídricos, bonificación ecológica económica; INC, catastro de sitios arqueológicos, bonificación de áreas de impacto, etc.
  • IGN, actualización cartográfica, cartografía topográfica, modelos de elevación digital, actualización de Atlas satelital, etc.;
  • Gobiernos Regionales y Municipalidades, proyectos y programas de desarrollo regional y local, planificación de obras de infraestructura, etc.

Ministerio de Defensa, el cual ha iniciado la implementación del Programa Núcleo Básico Eficaz de Defensa Nacional, y desarrolla programas de vigilancia como el SIVAM-SIPAM. Las imágenes son una imprescindible herramienta para la planificación de operaciones tácticas, vigilancia de fronteras, programas de desarrollo y apoyo logístico, y sobre todo inteligencia.


CHILE y LA LICITACIÓN DEL SATELITE

Mientras en Perú seguimos deshojando margaritas, el 2 de enero del 2008, la Comisión Asesora Presidencial para Asuntos Espaciales, a través del Ministerio de Defensa de Chile, dio inicio esta semana a la segunda fase del proceso de licitación de un sistema satelital.

El satélite, que será el tercero de Chile, se enmarca dentro de un amplio proyecto que incluye la modernización de la Agencia Chilena del Espacio, con el objeto de contar con información autónoma y de precisión para la Agricultura, Pesca, Minería, Obras Públicas, Medio Ambiente y otros sectores productivos y de servicios, sin embargo, es obvio que la conducción de la convocatoria desde el Ministerio de Defensa, explica por si sola el objetivo principal de la compra.

El proyecto denominado Sistema Satelital para Observación de la Tierra (SSOT) y con un presupuesto de US. 70’ millones de dólares financiados a través de la Ley Reservada del Cobre, tendrá un uso militar y civil. El proyecto fue remitido (Request for Information) a 25 empresas de las cuales 15 han respondido: por Alemania fueron contactadas las empresas DLR German Aerospace Center y OHB-System AG, a ellas se suma el Centre Spatial de Liége de Bélgica, la Agencia Espacial Brasileira, el MDA de Canadá, el Departament of Foreign Affairs China National Space Administration (CNSA) y las empresas coreanas Korea Aerospace Research Institute y SATREC Initiative, las empresas francesas EADS Astrium (ganadora del primer proceso) y Alcatel Alenia Space, la empresa EOTech-Earth Observation de India; Surrey Satellite Technology de Gran Bretaña que en los noventa construyera los satélites FASat chilenos; las empresas Academian VP Makeyev Bureai, Rosoboronexport, Astrasystems y CJSC de Rusia, la SUN Space & Information System de Sudafrica, el National Space Agency de Ucrania y la empresas estadounidenses LORAL, Ball Aerospace & Technologies, Lockheed Martin, Nimrod International, Northrop Grumman y Raytheon Space.

Los requerimientos de la licitación fueron elaborados por la Comisión para Asuntos Espaciales –conocida también como Agencia Chilena del Espacio-, en conjunto con representantes del mundo científico y académico, que constituyen la comunidad nacional vinculada a temas espaciales. En este marco, la iniciativa se definió como un proyecto-país, conducente a satisfacer la demanda de imágenes satelitales de todos los sectores de la vida nacional. Los objetivos del Ministerio de Defensa son obtener no solamente el satélite, (*) sino que también acceder a su tecnología de construcción, que permita integrar a la industria, universidades y comunidad científica chilena a este proceso.

(*) Es decir Chile pretende iniciar el 2008 lo que Perú a través de CONIDA inicio el año 2000 y que fue borrado del mapa el 2003.

Con ello Chile incorpora una capacidad técnica de primera línea, que le permitirá autónomamente contar con información territorial de precisión para la agricultura, la pesca, la minería, obras públicas, medio ambiente y otros sectores productivos y de los servicios. A la vez, contribuirá decisivamente a la investigación científica, axial como a la vigilancia del territorio, tanto en lo que respecta a la protección de sus recursos -–especialmente los recursos marinos en la Zona Económica Exclusiva--, como en el control de los tráficos fronterizos. Finalmente, el nuevo satélite también tendrá un papel fundamental en la optimización de los mecanismos de prevención y mitigación de catástrofes.

La decisión final de la compra se realizará en el transcurso del primer trimestre del 2008, y esperan que el satélite esté en funcionamiento en el 2009, cuando se cumpla el bicentenario de Chile. De acuerdo con el Ministerio de Defensa de Chile, el valor del satélite será de 70 millones de dólares, aunque el precio final sólo se conocerá en la negociación con el proveedor que resulte seleccionado. El satélite, que será de orbita polar, estará a unos 700 kilómetros de altura, llevara a bordo un telescopio que permitirá una resolución de entre 1.5 y 2.5 metros y deberá tener una vida útil de al menos cinco años.