Bombardeo a la Luna muestra presencia de agua y plata

El bombardeo a la Luna realizado el año pasado evidenció la presencia de agua, mercurio, sodio, metano, dióxido de carbono y plata, según la Nasa, autora del impacto contra nuestro satélite.

Cráter Cabeus. Foto: Nasa


La cantidad de agua encontrada es superior a la prevista, indica el análisis publicado en la revista Science, que precisa que unose 155 kilogramos de vapor de agua y hielo fueron expulsados del cráter tras el bombardeo al polo sur lunar del 9 de octubre de 2009 en el cráter Cabeus.

De los datos analizados se presume que un 5% del peso de la Luna es de hielo en forma de granos.

El impacto contra la Luna se realizó estallando un cohete al cual siguió la sonda LCROSS que recopiló datos e imágenes y otros datos justo antes de impactar contra la superficie.

Adicionalmente, el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) de la Nasa, que pasaba de cerca en esos momentos, también analizó el material expulsado hacia el espacio a más de 15 kilómetros sobre el borde de Cabeus.

Polo Sur de la Luna. Foto: Nasa

Los resultados muestran que hasta 20% del material estaba formado de compuestos volátiles, incluidos metano, gas de hidrógeno, dióxido de carbono y monóxido de carbono. Los instrumentos observaron además grandes cantidades de metales ligeros, como sodio y mercurio e incluso depósitos de plata.

Según los científicos, el agua y la mezcla de compuestos volátiles podrían provenir de impactos de cometas o asteroides, aunque no descartan procesos complejos químicos y físicos que cambian y mueven a estas sustancias alrededor de la Luna.

El agua helada detectada en el polo sur se encuentra retenida en bolsas. En Cabeusse el instrumento Diviner del LRO detectó temperaturas de menos 244 ºC, que propicia que el hielo se fije durante miles de millones de años.

Este estudio abre la posibilidad de la existencia de agua congelada en áreas que reciben luz solar durante el año, zonas denominadas "áreas de permafrost lunar" y son muy extensas.

La presencia de agua sugiere a los científicos explotar este recurso en futuras misiones a la Luna, lo cual parece la depredación humana terrestre alcanzaría al satélite.