Moscú, 16 feb (Sputnik).- El remolcador nuclear Nuklon, en cuyo proyecto trabaja Rusia, permitirá explorar el mayor planeta del sistema solar, Júpiter, y uno de sus satélites, relató a Sputnik Oleg Korabliov, miembro correspondiente de la Academia rusa de Ciencias.
 
 

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En diciembre pasado la corporación espacial Roscosmos firmó un contrato para el desarrollo de Nuklon para vuelos hacia la Luna, Júpiter y Venus.
 
Korabliov, también director del Instituto de Ciencias Espaciales de la Academia, aseguró que, de Júpiter, a los investigadores "les interesa todo".
 
Ante todo, explicó, la nueva misión, que sería "una investigación a un nuevo nivel, ya que los dispositivos se están perfeccionando constantemente", debería centrarse en el propio Júpiter.
 
"Se podría lanzar una sonda que funcionaría hasta sumergirse profundamente en la atmósfera joviana o que permanecería durante un tiempo prolongado a una altura favorable", indicó.
 
EL AGUA DE EUROPA
 
Otra parte del proyecto, según el miembro correspondiente, podría consistir en la exploración de una de las lunas de Júpiter, Europa, porque "las mediciones elementales del campo magnético realizadas al volar cerca de ella no nos indicarán cuál es la salinidad de su agua, cuánta hay y ni siquiera cuál es el grosor de la capa de hielo".
 
Europa que "se encuentra en la posición intermedia entre los satélites rocosos y de hielo" tiene, según se estima, un considerable núcleo mineral, que "está cubierto por un manto de agua y una serie de datos experimentales acumulados confirman la hipótesis de que bajo la capa de hielo se encuentra un océano de agua líquida salada".
 
"Da rienda suelta a la imaginación puesto que en condiciones similares en la Tierra se mantiene la vida, en efecto, con temperaturas bastante bajas y una ausencia de luz y de oxígeno prosperan colonias de los más variados microorganismos si el calor interno logra, incluso un poco, pasar a través del fondo del océano", precisó.
 
"Hay que intentar aterrizar en Europa aunque sea para una corta misión sobre la superficie", dijo Korabliov.
 
Aseguró que "desde el punto de vista técnico, si se omite la radiación, el aterrizaje sobre ella (Europa) no es muy complicado, es incluso más fácil que el de la Luna".
 
OBSTÁCULO SUPERABLE
 
Y es que la enorme dosis de radiación a la que se someterán los aparatos que se acerquen a Júpiter es uno de los obstáculos para enviar misiones al planeta gaseoso.
 
"Gracias a su núcleo rotatorio de metal, Júpiter tiene un campo magnético muy fuerte, por eso, igual que la Tierra, tiene muy desarrollados los cinturones de radiación", explicó.
 
Sin embargo, subrayó Korabliov, los científicos rusos serían capaces de equipar el remolcador nuclear espacial Nuklon con todos los dispositivos necesarios.
 
"Espero que los componentes resistentes a la radiación que se usan en diferentes sectores se podrán juntar y usar", expresó.
 
Además, prosiguió, en el marco del actualmente suspendido proyecto de construcción del orbitador Laplace para viajar a Europa y otro satélite galileano de Júpiter, Ganimedes, "se formularon unas ideas muy interesantes para protegerse de la radiación, cuando capas de varios metales de diferente densidad y de pequeño espesor aseguran una protección mejor que una sola capa espesa de metal".
 
INTENTOS FRUSTRADOS
 
Los investigadores rusos llevan desde los años 1980 intentando participar en una misión a Júpiter, aseguró el director del Instituto de Estudios Espaciales.
 
"En los años 2000-2010 se puso en marcha el proyecto conjunto ruso-europeo-estadounidense Europa Jupiter System Mission, a nosotros nos correspondía la estación automática Laplace para aterrizar en Europa", recordó Korabliov.
 
Subrayó que los rusos tardaron varios años en desarrollar este proyecto, "pero resultó que la resistencia de los componentes electrónicos que podíamos lograr no nos dejaba ninguna oportunidad".
 
Por lo tanto, la parte rusa dejó de existir y la europea y la estadounidense se separaron y se convirtieron respectivamente en Europa Clipper y JUICE, donde Rusia no participa.
 
A la vez, a finales de este decenio China tiene previsto realizar una misión, pero tampoco busca cooperación, señaló Korabliov. (Sputnik)