Marcelo Giampietro*

La irrupción masiva de la tecnología e internet en las oficinas cambió radicalmente la forma en que se trabajaba, hace no tantos años, y permitió optimizar el tiempo. Y de a poco quedaron en el olvido las cartas, el teletipo, el fax y tantas acciones que se hacían en papel, entre una larga lista de etcéteras. De ahí en adelante, se transformó —cada vez más— en el medio para lograr realizar nuestro trabajo. Y, por ende, es hoy un determinante crítico de qué tan bien las personas pueden trabajar. Pero contar con tecnología no es siempre sinónimo de estar brindando una experiencia óptima.

 

trabajo oficina

 

Desde hace tiempo que las empresas le vienen fallando a sus empleados en términos de experiencia de trabajo. Esto ya sucedía previo a la pandemia, y en muchos casos se profundizó aún más. Y es lógico, si la experiencia de trabajo ya no era buena en la oficina difícilmente lo iba a ser en un trabajo remoto implementado de urgencia. El dato para nada menor es que en los últimos años distintos estudios vienen mostrando que la experiencia de trabajo tiene un gran impacto en el compromiso de las personas con la empresa en la que trabajan, en su motivación y su productividad. Pero también la tecnología que usan y la experiencia que tienen se relacionan con su bienestar.

Y es en esa intersección en la que se juntan los departamentos de recursos humanos y tecnología. Su colaboración es clave para conocer y entender de qué manera están trabajando las personas y qué necesitan; cómo potenciarlas y desbloquear su talento. A su vez, saber cómo se sienten, de qué forma logran ser más productivos y que obstáculos encuentran en su rutina. Y en función de esos datos y muchos otros, identificar cómo contribuir. Desde el punto de vista tecnológico desde hace tiempo se habla de poner a las personas en el centro, por eso la tecnología puede hacer un diferencial en estas situaciones que antes eran percibidas como “solo de recursos humanos”.

Poner a las personas en el centro es mirar en detalle hacia dentro de cada empresa y desarrollar una estrategia en consecuencia. A partir de ahí, la tecnología puede ayudar a ahorrar procesos engorrosos, automatizar tareas repetitivas, simplificar el acceso a los datos, facilitar la búsqueda de las herramientas e información necesaria para trabajar. También permite personalizar el espacio de trabajo, simplificar el proceso de login manteniendo estándares elevados de seguridad, crear una experiencia de trabajo consistente sin importar el dispositivo utilizado y mucho menos el lugar en el que se encuentra cada persona. Asimismo, puede guiar a las personas a través de sus prioridades, ayudarlos a medir cómo van con el cumplimiento de sus objetivos y chequear y validar cómo están y como se sienten.

El departamento de TI y el de recursos humanos necesitan ser aliados estratégicos porque está en sus manos ayudar al staff a poder enfocarse en un mundo donde distintos estímulos y situaciones compiten por nuestra atención y nuestro tiempo; en un contexto donde necesitamos más que nunca que nuestra experiencia de trabajo sea fluida, simple y transparente. Necesitan colaborar para poner en nuestras manos la capacidad de crear, innovar y hacer nuestro mejor trabajo. Porque cuando trabajamos bien, equilibramos nuestra vida y nos sentimos orgullosos de lo que hacemos y dónde lo hacemos la magia que toda empresa busca, sucede: ¡estamos comprometidos y motivados para perseguir y lograr nuestros objetivos!

* Gerente general de Américas Internacional

Citrix Systems, Inc.