Un equipo de científicos de varios países asegura haber desarrollado un cristal que supera en dureza y resistencia al diamante.

 

cristal

Foto: referencial

 

Los cristales normalmente tienen estructuras de átomos ordenadas, pero en este cristal en parte se creó estructuras ordenadas combinadas con desordenadas.

El trabajo, publicado en la revista científica National Science Review, garantiza que este cristal es el material más duro y resistente conocido en el mundo hasta ahora.

La materia para la creación de este cristal es el carbono, pero con el proceso adquirió la apariencia de un cristal.

Como si fuese poco tener las cualidades de dureza y resistencia, este material también posee propiedades semiconductoras y de absorción de luz comparables al silicio que se usa en las células fotovoltaicas.

Los estudiosos han denominado a este cristal AM-III. Probadamente alcanza los 113 GPa en el test de dureza de Vickers, por lo que con facilidad puede rayar a un diamante.

Los diamantes naturales tienen una dureza de entre 50 y 70 GPa, mientras que los artificiales pueden llegar a 100 GPa.

El AM-III fue desarrollado combinando fullerenos, unas moléculas compuestas de carbono y con forma de esfera. A diferencia de otros cristales, que tienen una estructura de átomos ordenada, el nuevo material combina patrones de átomos definidos con otros caóticos, y es justamente esta mezcla de orden y desorden la que le confiere sus espectaculares características.

El estudio comenta que el carbono es uno de los elementos más fascinantes, debido a sus formas alotrópicas estructuralmente diversas, derivadas de sus variedades de enlace. La exploración de nuevas formas de carbono siempre ha sido de permanente interés en la investigación científica.

Por sus propiedades semiconductoras y su altísima resistencia, el AM-III podría ser utilizado para construir placas solares y otros aparatos fotovoltaicos que estén expuestos a condiciones extremas de temperatura y presión.

Este tipo de material de carbono ultraduro, ultrarresistente y semiconductor, ofrece excelentes opciones para las aplicaciones prácticas más exigentes, pero es necesario profundizar la exploración experimental y teórica de los compuestos de carbono.