Usar talco una vez por semana incrementa el riesgo de cáncer uterino en 24%

El talco, conocido agente inflamatorio, empleado por cerca de la mitad de las mujeres, incremente el riesgo de cáncer de útero si se emplea en la zona genital al menos una vez por semana, según indica un estudio publicado en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention.

 

Los estudiosos advierten que las partículas de talco, aplicadas en la zona genital pueden viajar a través del cuerpo humano y causar inflamación, la cual permite que el cáncer se instale.

Los investigadores, de la Harvard Medical School de Boston, determinaron que el riesgo a la salud se incrementa en las mujeres que ya pasaron por la menopausia, porque estas mujeres ya estuvieron expuestas al talco por más tiempo, muchas de ellas por su empleo desde niñas.

Los resultados provienen de un trabajo realizado en 66 mil enfermeras, las cuales se inscribieron en un estudio de estilo de vida de largo plazo, que comenzó en 1982. De ellas, casi 600 desarrollaron cáncer de útero.

Establecieron que el uso regular, de la menos una vez por semana, estaba asociado al incremento de un 24% del riesgo de desarrollar cáncer postmenopáusico uterino.

Este estudio sigue a otro realizado por un equipo de Harvard el año pasado, que indica que el uso diario de talco en la zona genital aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de ovario hasta en un 41%, por lo que realizó un llamado a las mujeres para detener su uso.

Los riesgos son 10% mayores en las mujeres blancas de cierto tipo genético, mientras en las que presentan el gen llamado “glutathione S-transferase M1”, o “GSTM1”, el riesgo de desarrollar cáncer de ovario se incrementó tres veces.

El talco se fabrica a partir de un mineral suave, silicato de magnesio hidratado, que se encuentra en estado natural y se emplea en polvo para productos cosméticos. Para algunos expertos tiene similitudes con el asbesto, que puede causar una forma mortal de cáncer de pulmón, llamado mesotelioma.

Se encontraron pequeñas partículas que viajaron por el tracto genital y se alojaron en la pelvis. Estas partículas pueden permanecer en el cuerpo por años. Se estima que una partícula de talco en los pulmones tarda ocho años en disolverse.