Cambios bruscos de temperatura podrían provocar resfríos y hasta la neumonía

Ante la llegada del otoño.

Afectando especialmente a niños y adultos mayores.

Ante la llegada del otoño y la sensación de frío que se registra durante esta temporada, los especialistas del Ministerio de Salud (Minsa) advierten que los cambios bruscos de temperatura que se incrementan sobretodo durante las primeras y últimas horas del día, podrían ocasionar mayores casos de infecciones respiratorias como resfrío común, rinitis, faringitis o la peligrosa neumonía, afectando en su mayoría a los niños menores de cinco años y a los adultos mayores.

 

Por ello, Víctor Choquehuanca, titular de la Oficina General de Defensa Nacional (OGDN) del Minsa, recomendó a los padres de familia que eviten exponer a sus hijos a las corrientes de aire, utilizar ropa adecuada y cambiar inmediatamente la vestimenta del niño en caso que haya sudado.

Así como sugirió dar leche materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, cumplir con el calendario de vacunas y proveerlos de una alimentación rica en vitaminas A y C, contenidas en frutas y verduras.

Tras indicar que las infecciones respiratorias tienen como síntomas la tos persistente, dolor de garganta, respiración rápida (hundimiento debajo de las costillas), falta de apetito, secreción, fiebre y dificultad para lactar, Choquehuanca Vilca reiteró la importancia de que las madres y cuidadoras de niños identifiquen tempranamente los signos de alarma, especialmente, cuando se trata de menores de cinco años.

Para disminuir el riesgo de las infecciones respiratorias la población debe evitar la automedicación en los pequeños, ya que esta mala práctica sólo empeoraría su salud. Los niños deben ser atendidos por especialistas de los diferentes establecimientos de salud, a fin de evitar casos graves como bronquitis y neumonías.

Recomendaciones

Ventilar y asear las habitaciones de la vivienda diariamente.

Las personas enfermas con tos deben taparse la boca al toser o estornudar.

Lavarse las manos con frecuencia.

No escupir en el suelo.

Evitar que los niños estén cerca de personas con infección respiratoria aguda.

Evitar el humo provocado por la leña, kerosene, ron o cigarros dentro de la casa.