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Crítica al modelo de asociación público-privada contratado por el gobierno en el sector Salud

Herberth Cuba*

Las APP como modelo de Reforma. Crítica al modelo de asociación público-privada contratado por el gobierno en el sector Salud Viernes, 17 de Octubre de 2014 El 13 de octubre el Ministerio de Salud firmó el primer contrato de Asociación Público Privada (APP) para la gestión de “bata gris” del Instituto de Salud del Niño de San Borja, que nos costará 32 millones de soles anuales por 10 años. Este gasto estatal se adiciona a otros 310 millones de soles en infraestructura y equipamiento.

El Minsa aclaró que “bata gris” significa el mantenimiento de la edificación, instalaciones, áreas verdes y estacionamiento, equipamiento clínico y no clínico, operación y mantenimiento de la alimentación, lavandería, limpieza, seguridad, gestión de residuos hospitalarios, laboratorio clínico y central de esterilización.

Esta APP elude la atención del paciente que queda a cargo de la gestión estatal. Es decir, la administración hospitalaria ha tercerizado una parte de su gestión llamada “bata gris”, por 10 años. La inversión, riesgo y gestión corren a cargo del Estado.

No es novedoso este modelo en la gestión hospitalaria en el Perú. Lo único novedoso está en entregar todo un paquete cerrado llamado “bata gris” a un solo proveedor extranjero y no a varios nacionales por cada actividad por separado. No existe hospital que no haya tercerizado todo o parte de las actividades que componen la llamada “bata gris”. En este modelo ¿Hay inversión privada nueva? No.

Sin embargo, este contrato ha sido resaltado por alguna prensa como la verdadera reforma de la salud, aunque insuficiente, pues debería involucrar también la “bata blanca”, es decir, incluir la atención de los pacientes.

Este modelo significa el gasto estatal completo en nueva infraestructura, equipamiento, materiales e insumos y luego con personal totalmente calificado y con pacientes con dinero para pagar sus consumos a través del SIS (subsidio del Estado), y dárselo en administración a un empresario privado que además cobrará por ello durante 10 años, cuando es nuevo y el mantenimiento es barato. ¿Y luego que? Si el gobierno de Alan García gastó 310 millones para construir y equipar el nuevo Hospital del Niño de San Borja y ahora el gobierno de Ollanta Humala gastará por la tercerización 32 millones anuales por su mantenimiento, sin tomar en cuenta el gasto en la atención de los pacientes, ¿cuánto nos costará bajo el mismo mecanismo los 8 mil establecimientos de salud que tiene hoy nuestro país? El resultado es abrumador e inaplicable.

Las APP son una necesidad para aquellas actividades sanitarias que el Estado está obligado a realizar y que no interesan o son poco atractivas para el sector privado. Son contraproducentes en las actividades muy rentables y de gran interés para los privados. Las APP por su naturaleza distorsionan el mercado y generan monopolio.

El Ministerio de Salud tiene a su cargo tres áreas perfectamente definidas: 1.- Salud pÚblica, promoción, prevención y lucha contra las epidemias. 2.- Atención médica recuperativa. 3.- Emergencias y desastres. Cada área tiene sus formas y peculiaridades, por lo tanto requieren modelos de reforma de acuerdo a la realidad de nuestro país. No hay un solo modelo.

En el área de atención médica recuperativa se ha insistido en que debe transferirse el subsidio de la oferta a la demanda, es decir, directamente al paciente y otorgarle libertad para elegir dónde atenderse. El paciente escoge y premia la eficacia y la eficiencia. El modelo de APP contratado por este gobierno va a contracorriente de este propósito. No es una reforma. Es un traspaso seguro de fondos públicos a los privados. Es mercantilismo.

*Asociación Médica Peruana

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