Por Edith Gómez*

Cada uno de nosotros tiene preferencias con el clima. Hay personas que aman el verano, el calor y estar en público con poca ropa mientras otros prefieren el paisaje floral que ofrece la primavera, a diferencia de aquellos que disfrutan considerablemente tanto el clima como los colores cálidos y tierras propios del otoño. Claro, no se pueden dejar por fuera a aquellos enamorados de la blancura del invierno –los cuales suelen ser menos que los anteriores-.

Si tú eres de este último tipo seguramente te gustará leer lo que viene a continuación, si no, tal vez a partir de ahora te empezarán a gustar más las bajas temperaturas debido a sus múltiples beneficios. Si estás en invierno, mejor disfrutarlo que quejarse, al final no vas a poder acelerar el tiempo. Este listado de pasos para disfrutar tu vida al máximo, seguro te ayude a apreciar más las cosas simples.

  1. Mejor conservación de los alimentos: cuando las temperaturas son bajas los alimentos se conservan mucho mejor fuera del refrigerador, las frutas y verduras pueden durar considerablemente más ya que el frio retrasa el deterioro.

    Puedes pensar que para eso existe el refrigerador, pero en realidad es una ventaja porque podrás hacer compras para periodos más largos de tiempo en vez de dirigirte a la tienda frecuentemente porque ya se ha terminado lo que tenías almacenado, aparte de que no tendrás preocupaciones si dejas la comida fuera de un día para otro.

    Por otro lado, no solamente se conservan mejor los alimentos, nuestro cuerpo también es orgánico, por lo el frío también nos ayuda a mantener la piel en mejor condición que los climas cálidos.

  2. Adelgaza: quizá esto pueda sonar un poco raro, pero cuando estás expuesto al frío aumenta tu gasto de energía. Te lo explicaré, cuando el cuerpo siente frio empieza a buscar maneras de eliminar esa sensación, esto comienza a ocurrir a partir de los 17º centígrados. Y en ese punto, mientras el cuerpo está tratando de entrar el calor, se consume hasta un 30% más de energía sin importar la actividad que se esté realizando.

    De hecho, con respecto a esto, Paul Lee, un endocrinólogo y científico, al igual que otros doctores de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos sostienen que solamente se necesitaría bajar unos cuantos grados a las calefacciones de los edificios durante el invierno para contrarrestar la epidemia de obesidad que existe en el mundo.

  3. Mejoras en el sueño: las temperaturas bajas son preferibles cuando se trata del descanso nocturno. De hecho, hay estudios que confirman que el rango ideal para disfrutar de un sueño reparador se encuentra entre los 15 y los 22º C.

  4. Ventajas para la salud: cuando hay bajas temperaturas los insectos desaparecen, incluyendo los mosquitos, portadores de tantas enfermedades, por lo que no tendrás que preocuparte por ellas.

    También el frio supone una ventaja para las personas que sufren de piernas y pies hinchados, ya que este funciona como antiinflamatorio, lo mismo ocurre si tienes un golpe, o contusión. Las bajas temperaturas favorecen la circulación, entre otras cosas, por lo cual ya se están aplicando en algunos centros de salud terapias de hipotermia.

  5. Ahorra dinero: bajar la calefacción de tu casa solo unas horas durante la noche hará que ahorres hasta un preciado 20% del costo total en la factura de electricidad. Y si a esto le sumas bajarle solamente un par de grados durante el día, el ahorro será mayor.

    No se trata de matarte de frío solo por mantener el dinero en tu bolsillo, ya que todos estos beneficios los puedes obtener regulando la temperatura del termostato solo unos cuantos grados, no se trata de que llegues a los 10ºC. Y si tu problema es de dinero, descubre cómo puedes ahorrar dinero cuando la situación se encuentra apretada.


* Editora - gananci.com