La obesidad es una enfermedad crónica y para mantenernos alejados de más  enfermedades, debemos llevar evaluaciones nutricionales a lo largo nuestra vida. El primer paso es ir al nutricionista, y si encuentra algún problema que dificulte se derivará al paciente al endocrinólogo que harás las evaluaciones que se requieran.

A medida que se acerca el verano, muchos se preocupan de cómo se verán al ir a la playa o al vestir ropas más ligeras. Sin embargo, mantener un peso  saludable no es algo que deba depender de la temporada, ya que la obesidad es una enfermedad crónica que puede resultar en complicaciones graves para la salud.

La Dra. Silvia Ganoza, endocrinóloga de SANNA Centro Clínico La Molina, nos ayuda a aclarar algunas dudas y mitos, ya que explica que cuidar el peso va mucho más allá de un tema estético y puede depender de factores genéticos, ambientales y en nuestra conducta. 

  1. Más que el peso, el problema está en el exceso de grasa
    Uno de los métodos más fiables para detectar el nivel de grasa en el cuerpo es el Índice de Masa Corporal (IMC) que se calcula en base al peso y talla de la persona, dando como resultado una calificación. Si esta se encuentra en el rango entre 18.5 y 24.99 es un peso normal, pero si lo supera, a partir de 25 se considera sobrepeso y de 30 obesidad.

    “No importa si mis huesos son grandes, pesan mucho, o parece que estamos gorditos. Lo que se debe detectar es si existe un exceso de adiposidad, primero a través del IMC y luego con estudios, como el método de impedancia que es una máquina usada por nutricionistas, endocrinólogos y gimnasios para calcular el porcentaje de grasa, agua y músculos de la persona”, detalla. 
  1. No hay santo a quién rezar: La dieta milagro no existe
    Aunque siempre aparecen dietas que prometen cambios repentinos, la doctora Ganoza recomienda que “no busquemos dietas milagrosas, extrañas, muy restrictivas, que prometan hacernos bajar rápido de peso. Lo que se necesita es un cambio de hábitos pero sin llegar a extremos, manteniendo una adecuada alimentación, rica y balanceada, acompañada de ejercicios regulares y horas de sueño adecuadas”.
  1. Cuándo tomar medidas urgentes (y no sólo las del centímetro)
    Si registras un IMC mayor o igual a 25, debes buscar ayuda si además presentas alguno de estos síntomas: cansancio, insomnio, dolor de cabeza, dolor de rodillas, reglas irregulares, pigmentación oscura de cuello y axilas. También si tienes una cintura mayor de 80 cm en mujeres y mayor de 90 cm en hombres, ya que indican obesidad central que está asociada a enfermedades cardiovasculares.
  1. ¿Nutricionista o endocrinólogo?
    Para bajar de peso, indica la especialista, primero se debe visitar un nutricionista y luego de evaluarte, te derivará al endocrinólogo si el nutricionista considera que hay indicios de alguna enfermedad que puede estar interfiriendo en el descenso normal de peso (que por lo general debe ser entre 2 a 4 kilos al mes como máximo).

Para finalizar, la doctora Ganoza comentó que “todos debemos tener evaluaciones nutricionales en las diferentes etapas de nuestra vida: niñez, adolescencia, durante la gestación y como adulto mayor. Principalmente, como prevención primaria ante el sobrepeso y la obesidad; y para evitar o tratar que progresen enfermedades como diabetes, hipertensión, dislipidemia, hígado graso, enfermedad renal, entre otras”.

 El dato:

  • Entre las enfermedades derivadas del sobrepeso se encuentran el síndrome metabólico, diabetes, insulinoresistencia, hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, hígado graso, síndrome de ovario poliquístico, hipogonadismo masculino, infertilidad femenina. Además también puede producir otras enfermedades por aumento de estrés mecánico (efecto de compresión o masa) como la apnea del sueño, osteoartrosis y reflujo gastroesofágico.
  • Hay excepciones como los fisicoculturistas, las gestantes y personas con retención de líquidos, que presentan un IMC elevado pero no tienen un exceso de adiposidad.