Tomar un baño frío podría ayudar al cerebro contra la demencia y otras enfermedades degenerativas, indica un estudio realizado en la Universidad de Cambridge.

 

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Analizando a bañistas del Parliament Hill Lido de Londres los investigadores encontraron niveles elevados de la proteína del “choque frío”, RBM3, en su torrente sanguíneo, que también es producida por mamíferos que hibernan, lo que provoca la destrucción y el recrecimiento de las sinapsis que se pierden permanentemente en la demencia. Su pérdida causa una disminución en la función cognitiva con consecuencias como la dificultad para concentrarse y confusión.

El trabajo, publicado en Nauture, muestra que la renovación es buena porque repara conexiones vitales en el cerebro, evitando la demencia por más tiempo, dicen los investigadores.

Cuando los animales hibernantes, como los erizos, los osos y las ardillas, duermen durante el invierno, la proteína elimina de 20% a 30% de sus sinapsis y en primavera se activa su crecimiento cuando los animales retoman su movimiento.

Estudios en ratones con demencia han demostrado que la proteína podría ayudar a retrasar la aparición de enfermedades degenerativas del cerebro.

Estos científicos han estudiado bien el vínculo entre la demencia y la proteína del “choque frío” y plantean que un medicamento que puede desencadenar la producción de esta proteína podría evitar la aparición de la demencia en años.

Causar hipotermia a los humanos para ver si producirían la proteína del 'choque frío' presentó al equipo muchos desafíos éticos.

Después de un informe en BBC Radio 4 Today, el nadador de lido Martin Pate se comunicó con ellos para decirles que su equipo sufría hipotermia con regularidad, hasta 34 ° C (93 ° F), y que serían buenos sujetos para el estudio.

Los nadadores fueron evaluados en busca de la proteína durante los inviernos de 2016, 2017 y 2018. Los estudiosos encontraron niveles elevados de la proteína de "choque frío" en los nadadores.

Esta proteína no se encontró en mayores cantidades en los miembros del club de artes marciales que nunca entraron a la piscina.

La profesora Giovanna Mallucci, quien dirigió la investigación, dijo a la BBC que los hallazgos demostraron que los humanos, al igual que los animales que hibernan, pueden producir la proteína, pero advirtió que la inmersión en agua fría no es un posible tratamiento para la demencia porque los riesgos de la caída de las temperaturas podrían superar con creces los beneficios.

La hipotermia puede apagar los órganos vitales y causar un latido cardíaco irregular, lo que pone a quienes la padecen en riesgo de muerte. La meta es encontrar un medicamento que pueda desencadenar la producción de esta proteína, que podría proteger el cerebro.

Si se ralentizara el progreso de la demencia incluso en un par de años en toda la población, eso tendría un enorme impacto económico y sanitario" dijo el profesor Mallucci.

La proteína del 'choque frío' se identificó en 2015, cuando ratones comunes y ratones que padecían demencia o enfermedad priónica, donde las proteínas en el cerebro causan daños irreversibles al órgano, se enfriaron a 16-18 ° C (60F-64F) durante 45 minutos.

Los científicos encontraron que los niveles de RBM3 aumentaron en ratones ordinarios y les permitieron volver a desarrollar sinapsis, lo que sugiere un papel fundamental para la proteína.

En ratones con Alzheimer y enfermedad priónica, sin embargo, no pudieron regenerar los enlaces cerebrales, pero los resultados mostraron que los ratones con priones que se enfriaron no presentaron la enfermedad tan rápidamente.

 

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La demencia

Es una disminución de la función cerebral y causa pérdida de la memoria, problemas de lenguaje y puede confusión espacial.

La causa normalmente es una acumulación de proteínas en el cerebro que hace que las células nerviosas funcionen menos bien y finalmente mueran. Las sinapsis se rompen y reducen la comunicación en el cerebro y conduce a la pérdida de la memoria, problemas con las actividades diarias y otros síntomas.

Las sinapsis transferieren señales eléctricas entre células, lo que nos permite pensar y movernos con normalidad.

La proteína de “choque frío” RBM3

Esta proteína está presente en mamíferos en hibernación para conservar energía. Cuando caen en sueño profundo, causa la eliminación del 20% al 30% de las sinapsis en el cerebro, que se utilizan para la comunicación entre las células, lo cual ahorra energía vital, lo que significa que el animal puede dormir más tiempo.

Cuando el clima se calienta y comienzan a despertarse, también desencadena el nuevo crecimiento de estas sinapsis.

Los científicos de la Universidad de Cambridge ahora lo han identificado en humanos por primera vez.