Lo mejor es el ejemplo y una buena comunicación entre padres e hijos

Ni premios ni amenazas a la hora de alimentar a los niños


Superar el temido rechazo a la comida requiere de mucha paciencia

“Si te comes la verdura, podrás tomar el postre”, es una de las estrategias más conocidas que utilizan los padres de familia a la hora de alimentar a sus hijos, pero que debería ser reemplazada por el ejemplo y una buena comunicación entre los padres y sus niños, estimó el Dr. Manuel Escalante, coordinador de la Estrategia de Salud Mental del Ministerio de Salud.

 

Luego de señalar que los hábitos alimentarios se forjan durante los primeros años de vida y probablemente se establecerán en la etapa adulta, destacó que es en la infancia donde los niños tienen la disposición de escoger modelos a seguir. “Si los padres realmente se sentasen a comer con los niños algún tipo de alimento, el pequeño estará inclinado a comer eso que comparte con el padre o la madre,  y no será necesario forzarlo a través de amenazas o recompensas”.

Al respecto, una investigación realizada sobre este tema por expertos británicos de la University of Wales, en Bangor, concluye que las recompensas alimentarias pueden servir, siempre que el niño no piense "me están ofreciendo un premio por tomar la verdura, luego la verdura debe ser algo intrínsecamente malo".

El especialista reiteró que manejar los rechazos a la comida por parte de los niños requiere de mucha paciencia de los padres, que nunca deben imponer ni obligar, pues de ser así más bien originan una negativa, siendo lo más recomendable la persuasión y el ejemplo.

“Si queremos imponer u obligar, por ejemplo a leer o comer algo, probablemente se va a originar un rechazo en términos generales.  Lo más adecuado es que los padres asuman  la responsabilidad de dar el ejemplo, compartiendo con el niño.  Si quiero que lea, le diré vamos a sentarnos a leer”,  explicó.

A ello sumó el brindar estímulos verbales al niño, decirle por ejemplo: “Me siento orgulloso de ti”, además de acariciarlo, pues la infancia es una etapa en que se requiere de mucha comunicación y estímulo positivo, el reconocimiento que el niño empieza a obtener logros.

También consideró importante distinguir entre las necesidades de alimentación que tienen los  niños, y las angustias que se generan los padres porque escuchan que ahora es necesario comer más frutas o verduras que antes. “Hay muchas angustias que se generan los padres, que deben resolver ellos, y no usar a los niños para resolverlas. Para eso hay indicaciones, ver en qué consiste una dieta balanceada, recordando que cualquier exceso es dañino a la salud”, dijo en alusión a los padres que obligan a comer mayor cantidad de alimentos a sus hijos, pese a que ellos ya tienen suficiente.

Cabe destacar que desde la Escuela de Psicología de la University of Wales, en el Reino Unido, han conseguido aumentar las preferencias por los vegetales en niños de entre cuatro y once años, poniéndoles seis videos con sus héroes de ficción disfrutando de deliciosas frutas y verduras y dándoles pequeñas recompensas si comían ellos lo mismo que sus personajes favoritos.