Rosa Bronstein
 
Un equipo del Instituto Technion de Israel anunció haber descubierto cómo revertir el envejecimiento de las células y dicen haber logrado invertir el envejecimiento del sistema inmune.
 
 

celulas T

 

 
El objetivo de la investigación de Doron Melamed y la doctoranda Reem Dowey, publicada en la revista Blood, fue entender por qué la población mayor es más susceptible de padecer casos graves de COVID-19 y por qué las vacunas parecen ser menos efectivas y pierden efecto más rápidamente en este grupo de personas.
 
El comunicado del Instituto tecnológico Technion explica que todo comienza con las células B, o también conocidas como linfocitos. Estas células son las que producen anticuerpos contra cualquier patógeno que entra en el cuerpo humano, por lo tanto, juegan un papel fundamental a la hora de proteger de virus y otras enfermedades.
 
LOS MAYORES NO GENERAN NUEVAS CÉLULAS B, HASTA AHORA…
 
Los linfocitos se producen en la médula ósea y, de ahí, viajan por la sangre hasta los nódulos linfáticos y el bazo, donde esperan a que los patógenos entren y los ataquen.
 
Las células de personas jóvenes son muy hábiles a la hora de reconocer lo que sea que entra en el cuerpo, pero las células no viven mucho tiempo y por eso son reemplazadas por nuevas. Las células B en realidad no desaparecen, sino que se convierten en “memoria” de las células B, de modo que, si el cuerpo está expuesto al patógeno que reconoció previamente, la persona no se enfermará.
 
El profesor Melamed explica que en el proceso de crecimiento los humanos acumulan en sus cuerpos muchas células de memoria, y con cada patógeno al que nos exponemos, creamos más de estas células. Y así, no queda espacio para nuevos linfocitos.
 
¿QUÉ PASA CUANDO APARECE UN NUEVO PATÓGENO COMO EL COVID-19?
 
En el cuerpo de las personas mayores ya no hay células nuevas que lo reconozcan, y esa es una de las razones por las que este sector de la población es más susceptible a enfermar gravemente de esta y otras dolencias.
 
Melamed descubrió esto hace una década, pero ahora dice haber encontrado el modo de circunvalar el sistema que impide que se regeneren las células.
 
“Hemos descubierto señales hormonales específicas que producen los linfocitos, las células de la memoria, que impiden a la médula ósea producir nuevos linfocitos. Y este es un descubrimiento increíble, como encontrar una aguja en un pajar”, señaló el científico.
 
El comunicado sugiere que, con el tiempo, se podrán investigar y encontrar tratamientos y medicamentos para inhibir una de las hormonas y conseguir que la médula produzca más células nuevas.
 
Para corroborar su teoría, el laboratorio de Melamed colaboró con dos departamentos de hematología de dos hospitales israelíes, Sourasky y Rambam, con pacientes de lupus, linfoma y arteriosclerosis múltiple, a los que extrajeron sus células B, lo que significa que una gran cantidad de células B de la memoria también desaparecieron.
 
Al examinar a los pacientes mayores tras el procedimiento, encontraron que sus sistemas inmunológicos rejuvenecieron, es decir, que sus cuerpos de nuevo producían nuevas células B.
 
El científico señaló que se puede conseguir un efecto similar en el proceso de eliminación de las células B inhibiendo una hormona encargada de señalar el camino en la supresión de la producción de nuevas células B.
 
Así, Melamed explicó que ahora entienden que hay una comunicación entre el modo en que las células B son producidas y lo que controla ese proceso. También agregó que son necesarios ensayos clínicos para determinar la seguridad del procedimiento. 
 
 
Con información de Sputnik