Explican consecuencias negativas de los transgénicos

Los alimentos transgénicos no pueden combatir los cambios climáticos y el hambre, fue la mayor conclusión a la que llegaron los investigadores de la ONG Amigos de la Tierra Internacional en su más reciente publicación. Dicha investigación, denominada ¿Quien se beneficia con los cultivos transgenicos?, aborda y aclarara los verdaderos efectos que los cultivos de transgénicos causan a la salud y al medio ambiente.

Paralelamente, y no por coincidencia, el informe fue publicado al mismo tiempo en que el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones de Agro-bio-tecnologías (ISAAA, por su sigla en inglés) lanzó su publicación anual financiada por la industria biotecnológica.

El nombre de esta publicación es “Global Status of Commercialized Biotech” y tiene como objetivo principal promover los transgénicos e incentivar sus cultivos como la mejor salida para el combate del hambre y la pobreza. Lo que generó un efecto contrario entre ambas publicaciones.

Amigos de la Tierra Internacional, por medio de estudios y de la recolección de datos actuales, analizó las áreas de cultivo de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) en el mundo y divulga los impactos sufridos por los países que los plantaron.

Asimismo, la publicación consideró que las teorías y suposiciones a las que arribó el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones de Agro-bio-tecnologías son “exageradas y totalmente prematuras”.

La afirmación categórica de Amigos de la Tierra se debe al hecho de que estudios han comprobado que los OMG están causando más daños que beneficios. La prueba, según relata el estudio de la ONG, es que los cultivos de transgénicos están incrementando las emisiones de carbono y no están ayudando a solucionar el problema del hambre.

“Esto se debe al hecho de que los cultivos transgénicos son responsables de espectaculares aumentos del uso de pesticidas, tanto en Estados Unidos como en América Latina, intensificando el uso de combustibles fósiles”, detalla el informe de la ONG.

Datos recientes del Departamento de Agricultura de Estados Unidos confirmaron que en 2008 los cultivos de transgénicos necesitaron un 26% más de pesticidas por hectárea que las plantaciones tradicionales.

En el caso de Brasil, un estudio promovido por el Gobierno en 2007 comprobó que el uso del herbicida glifosato creció el 80% entre 2000 y 2005, fecha desde cuando la soja transgénica fue introducida en el país.

Argentina también pasa por una situación alarmante a causa de los transgénicos, pues el informe señala que más de 200 mil hectáreas de bosque primario desaparecen cada año para dar espacio a las plantaciones de soja transgénica.

América del Sur es hoy la principal afectada por la deforestación causada para dar lugar a las plantaciones de soja transgénica. Con informaciñon de Servindi.

El informe ¿Quien se beneficia con los cultivos transgenicos? en PDF se encuentra en http://www.tierra.org/spip/IMG/pdf/08_Informe_OMG_esp.pdf