edificio picadaUna de las ansiedades más comunes a la hora de buscar una vivienda es la autenticidad del anuncio de la propiedad y la duda sobre si la persona detrás de la oferta es o no un estafador.

Lamudi ha recogido algunos de los fraudes inmobiliarios más comunes y algunas maneras de evitarlos.

El anuncio falso. Este es uno de los fraudes más comunes. Muchos timadores se dedican a copiar un anuncio real que se haya publicado en algún medio, para publicarlo ellos en otra plataforma. Cuando un interesado se pone en contacto con el “falso anunciante”, este pide dinero por adelantado para aprovecharse del comprador.

La estafa desde el extranjero. El estafador explica estar fuera del país y cómo la única manera posible de entregar las llaves es recibiendo el dinero por adelantado. En cuanto el dinero se transfiere, el estafador no vuelve a dar noticias.

Petición de datos personales. En este caso, el lastimado no es el comprador sino el anunciante. En cuanto una propiedad queda anunciada, un supuesto interesado se pone en contacto con el propietario para pedirle los datos personales, que serán utilizados en un robo de identidad y así utilizar las cuentas bancarias del anunciante.

Prestamistas depredadores. A las personas necesitadas de un préstamo para una propiedad inmobiliaria se les ofrece una aparentemente milagrosa hipoteca, que terminará jugando contra ellos debido a sus altos intereses y elevadas tasas.

Fraude de título inmobiliario. Quizá el menos común de todos pero sin duda el más peligroso. En este engaño, al perjudicado se le adjudica una propiedad e hipoteca a través de un robo de identidad. El timador, después de orquestar la compra de una nueva propiedad, se queda con el dinero de la hipoteca y deja al perjudicado como responsable de todos los pagos.

Estos son algunos de los fraudes más comunes a los que se han visto sometidos tanto compradores como vendedores. Todos ellos pueden terminar resultando tremendamente devastadores para el afectado, por lo que aquí dejamos algunos consejos de cómo evitarlos:

  • Nunca cierres un trato hasta haber conocido al vendedor o comprador en persona y asegurarte de que la la propiedad tiene todo en orden.
  • Revisa cada una de las partes del contrato para que no termine jugando en tu contra
  • Utiliza siempre portales y agencias inmobiliarias de confianza.
  • Si un vendedor no se encuentra disponible o explica que no podrá estar en el país durante el proceso, descarta el trato.
  • Informa a las autoridades si descubres a alguien sospechoso de prácticas ilícitas.