El consumo de productos enlatados (conservas) destinados a la alimentación humana se ha masificado por diversas razones como el alto nivel de conservación, resistencia del envase, facilidad para su transporte, múltiples puntos de venta, etc. 

Empero, a pesar de su comprobada resistencia, las latas deben ser transportadas y almacenadas de manera adecuada a fin de evitar los golpes y abolladuras que pueden ocasionar el desprendimiento de gases debido a la reacción del alimento con el metal de la lata no protegida internamente, a causa del desprendimiento del barniz sanitario y al afectarse sus uniones. Estas circunstancias propician la proliferación de microorganismos. 

Atendiendo a estas razones es que la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (ASPEC) denunció a los supermercados Wong, Metro, Tottus,  MAYORSA, MAXI AHORRO, MASS, Vivanda y Plaza Vea por comercializar productos enlatados visiblemente golpeados.

A pesar de tratarse de establecimientos reconocidos, los verificadores de ASPEC comprobaron que muchas de las latas de conservas como atunes, duraznos en almíbar, leches, bebidas, etc., se encontraban con notorias abolladuras. Este hecho trasgrede el derecho de los consumidores a recibir productos idóneos y pone en riesgo innecesario la salud de los consumidores más vulnerables. 

El Código de Protección y Defensa del Consumidor establece que los productos ofertados en el mercado no deben conllevar, riesgo injustificado o no advertido para la salud o seguridad de los consumidores. En caso que el riesgo sea previsible para el proveedor, este debe adoptar las medidas necesarias para su adecuada conservación, manipulación y transporte, advirtiendo al consumidor de dicho riesgo. Asimismo, los alimentos que se comercializan deben ser aptos para su consumo e inocuos, es decir, que no representen un riesgo al consumirlos.

El citado Código ampara el derecho de los consumidores a la inocuidad de los alimentos y atribuye responsabilidad a los proveedores ante su infracción. Por tanto, al comprar un producto, el consumidor espera recibir uno que sea idóneo.Se entiende por idoneidad la correspondencia entre lo ofrecido por el proveedor y lo efectivamente recibido por el consumidor.“Los proveedores de las grandes cadenas de supermercados deben instruir a su personal para que revisen previamente los productos que van a colocar en las góndolas.

Si los envases están dañados lo correcto es separarlos y no mezclarlos con aquellos que sí están en buen estado. De este modo se le brindan al consumidor productos idóneos y se minimizan las posibilidades de afectar su salud”, señaló Crisólogo Cáceres, Presidente de ASPEC.