Los tradicionales carnavales pueden equivaler al derroche de más de 120 millones de litros de agua potable.

En el Perú, febrero es uno de los meses más esperados por los tradicionales ‘carnavales’ que se celebran en diferentes partes de nuestro país. Estas fiestas reúnen a miles de personas y que participan en coloridos pasacalles, corzos, fiestas, concursos y juegos con agua. Sin embargo, a lo largo de los años, muchos municipios prohibieron usar agua durante estas fechas, en parte para contribuir al ahorro de este importante recurso.

Y es que la alarmante situación en la que se encuentra el recurso más importante de todos hizo que las Naciones Unidas, en un intento por concientizar a la población, declarara cada 22 de marzo como el Día Mundial del Agua, ya que se calcula que alrededor de 2,100 millones de personas en todo el mundo no cuentan con acceso al denominado “oro líquido”.

Además, se estima que para el año 2050 la demanda de este aumentará en un 30%. La cifra empeora con el aumento de la población y de desastres naturales en diversas zonas en el mundo.

Así que si por las altas multas te quedaste sin jugar carnavales, Pacífico Seguros, en su compromiso por una cultura eco-sostenible, te explica cuánta agua ahorraste y cómo ayudaste a tu planeta

¿Cuánta agua se desperdicia en carnavales?

En el 2016, Sepadal señaló que en los meses de carnavales se derrocha 120 millones de litros de agua potable, equivalente al consumo de 4,800 familias en un mes. Recordemos que aproximadamente 8 millones de peruanos aún no cuentan con agua potable y el servicio de alcantarillado es ajeno en varias zonas del país.

Generalmente, para jugar carnavales se hace uso de baldes y globos llenos de agua. Un balde grande puede equivaler a 4 litros de agua, mientras que 6 globos pequeños podrían superar el litro. Evidentemente, durante estas fiestas, esas cifras quedan pequeñas para lo que en realidad se usa.

¿Podemos hablar de una escasez de agua?

Es importante recordar que Lima - después de El Cairo- es la segunda ciudad más grande del mundo ubicada en un desierto, y donde la escasez de agua es una de las principales preocupaciones. Los países con ‘escasez de agua’ tienen una disponibilidad de agua per cápita por debajo de los 1,000 metros cúbicos. La disponibilidad per cápita media anual de las cuencas de los ríos que abastecen a Lima – Chillón, Lurín y Rímac- es ocho veces menor que el ‘índice de escasez de agua crónica’, lo que significa una alarmante situación de escasez hídrica.

Considerando nuestra realidad, el ahorrar agua debe ser una de las prioridades de las autoridades, las grandes empresas y los ciudadanos. Estas fiestas que tienen como fin integrar y asegurar el disfrute de los ciudadanos no deben representar un peligro para nuestro entorno.