Cajamarca es el banco de germoplasma más grande del mundo

 

El mundo enfrenta una época de cambios vertiginosos. No sólo en el campo de la tecnología, sino a consecuencia del cambio climático. Urge garantizar un alimento sano para las futuras generaciones.

 

Se habla ahora de los alimentos transgénicos, alimentos resistentes a las enfermedades y bruscos cambios de clima. Lo que la naturaleza no ha logrado en miles de años, el hombre desea lograrlo a través de la manipulación genética.

Cajamarca, en opinión de Santiago Franco Pebe, investigador agrónomo, es el banco de germoplasma más grande del mundo, un potencial que no hemos valorado por ignorar aquel tesoro, que vale más que el oro.

¿Desde cuándo inician sus investigaciones en raíces andinas?

- Desde el 1985. Inicio las investigaciones con arracacha, llacón, chago, especies olvidadas por el campo académico, pero de gran importancia en la dieta de los andinos por siglos. Si nos damos cuenta en estos momentos, gracias a las investigaciones independientes de laboratorios se da la real importancia de esas raíces, sus propiedades alimenticias y medicinales.

¿Cajamarca es un potencial en esas raíces?

- Cajamarca es el banco de germoplasma más grande del mundo en raíces andinas, todo un potencial único en el mundo. Recordemos que los grandes estudios sobre la papa lo hicieron los rusos en los años sesenta viniendo a Perú y recolectando semillas y toda la información posible. No debemos esperar a que se repita esa historia.

¿Qué permite poseer ese banco de germoplasma?

- Permitiría hacer cruce de especies, frutos resistan más a las heladas, a las plagas, con crecimiento en tiempos más cortos. Necesitamos iniciar ya el proceso de recolectar y seleccionar todo ese germoplasma. Necesitamos hacer cruces, mejoras en la papa, en la arracacha, en el llacón. Las enfermedades y los insectos que atacan los cultivos evolucionan, se vuelven más fuertes con los pesticidas y demás remedios, la solución para frenar esa situación son las soluciones ecológicas, aquellas que brinda la propia naturaleza.

¿No se ha desarrollado este tipo de trabajos científicos?

- Perú es el país de Latinoamérica que menos invierte en la investigación e innovación en el campo agraria. Estamos en el último lugar en investigación, el Estado ha dejado de lado al agro en todo sentido. Poco interés incluso en las universidades y las facultades de agronomía. Aunque son odiosas las comparaciones, Bolivia invierte tres veces más que Perú en la investigación agraria.

¿No se cuenta con la logística necesaria para desarrollar trabajos de investigación a mediano y largo plazo?

- Ahora menos que nunca. El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) ya no cuenta con recursos para su normal funcionamiento. Por recorte de presupuesto hay despido de personal, todos los laboratorios son descuidados. No hay espacio ni apoyo a los investigadores peruanos lamentablemente.

¿Los transgénicos son producto de la investigación agraria?

- Así es. La necesidad de productos que garanticen la alimentación de las futuras generaciones en un mundo castigado por el cambio climático ha llevado a que otras potencias apunten a los transgénicos, lo que la naturaleza no ha logrado a través de miles de años, el hombre desea lograrlo en unos cuantos años con la manipulación genética.

¿Los resultados pueden ser no “muy buenos”?

- Exacto. Hablamos de productos transgénicos que no son producto de un proceso natural de evolución. Los procesos en la naturaleza, el equilibrio es algo muy delicado en la manipulación genética. Tenemos que ver si un producto transgénico no afecta o rompe el equilibrio en el ambiente, si es en verdad nutritivo, si tiene algún efecto secundario, no podemos controlar todas las variables en el campo genético.

Siendo el Perú un país mega-diverso ¿los transgénicos no nos convendrían?

- En definitiva no. El Perú es rico por su mega-diversidad, ahí su mayor potencial, ahí su mejor opción para el desarrollo. Los transgénicos restringen, encajonan, no nos conviene aceptar ello.

¿Por ejemplo…?

- México

¿Por qué?

- Por el tema del maíz. México es la cuna del maíz y como tal, es el territorio con mayor número de tipos de maíz. Las comunidades agrícolas, las organizaciones de investigación, la propia política de proteccionismo frena que los transgénicos del maíz ingrese13n a ese territorio. Es un potencial invaluable ser la cuna de una especie y tener variedades.

¿Se dice que hay un control en el manejo de transgénicos?

- Se puede decir eso de manera oficial, para evitar más críticas de las que tienen ese tipo de investigaciones, pero no podemos fiarnos de esa situación. Hay que respetar las leyes de la naturaleza, tengamos presente que los problemas del medioambiente han sido por el no respeto a las leyes de la naturaleza.

¿No empeoremos la situación actual del medioambiente?

- Como lo advirtieron a través de la famosa Carta de los 25 Premio Nobel, en la cual se pide que las investigaciones para los productos transgénicos. Analizar paso a paso los pros y los contras de los cruces que se pretenden realizar, hacerlo en conjunto, como parte de un sistema integral, no por partes.

 

http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/50534
México: transgénicos ponen en riesgo 59 variedades de maíz criollo

La sala con capacidad para 200 personas que la Cineteca Nacional prestó para proyectar el documental El mundo según Monsanto, de la periodista y cineasta francesa Marie-Monique Robin quedó rebasada. Una hora antes de su proyección los espectadores formaban una larga fila para entrar, por lo que la proyección tuvo que trasladarse a una sala de 450 personas. A pesar del cambio se agotaron los lugares

El documental, en el cual la cineasta desmenuza el entramado que esta compañía estadunidense ha desplegado en todas las geografías para controlar la alimentación del mundo, ha despertado conciencias en los lugares donde se ha exhibido, incluso ha modificado la orientación de algunos tomadores de decisiones en contra de la siembra de transgénicos.

El documental comienza explicando el origen de Monsanto, principal empresa semillera del mundo, que concentra 90 por ciento de los cultivos transgénicos y lidera el mercado mundial de plaguicidas. Poco a poco, la periodista va descubriendo cómo el poder desmesurado de esta transnacional crece, soslayando el conocimiento científico y posponiendo la salud humana y ambiental, al interés del capital.

Viaja a Estados Unidos, Paraguay, India, México y Gran Bretaña para entrevistar a personas intoxicadas con productos químicos de Monsanto; a científicos cuyas voces fueron calladas por instituciones gubernamentales y a los actores que transitan de Monsanto a la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) o a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos para, desde el poder, corromper a altos funcionarios e impulsar leyes en favor de la agroindustria.

Asimismo, entrevista a campesinos que por exposición a productos químicos de Monsanto, como el Policluro de bifenilo (PCB), padecen enfermedades cutáneas, tumores cerebrales, hepatitis, diabetes o cáncer.

Otro de los aspectos que la cineasta denuncia, tanto en el documental como en su libro homónimo, es la expansión de transgénicos en campos a cielo abierto. Esta práctica representa una amenaza para los granos originarios, en el caso de México para las 59 razas de maíz criollo, ya que la polinización termina por contaminarlos y con ello no sólo se produce una pérdida genética definitiva, sino que se pone en riesgo la soberanía alimentaria.

Según explicó Robin, en el breve turno de preguntas que se realizó al terminar la función, ante el poderío del aparato jurídico de Monsanto, este documental ha sido examinado por sus abogados para evitar posibles demandas de la transnacional.

La cineasta sostuvo que la única manera de acabar con el poder de esta transnacional es no consumiendo su productos y optar por aquellos que provienen de la agricultura familiar u orgánica. Asimismo, señaló que es importante la difusión de este documental, que ya se puede ver en el portal de la organización El Poder del Consumidor.