Justo Arias y Aragüez

Los felicito por abordar temas de coyuntura que no se tocan en otros medios. He tenido que lidiar con varios rotos a través de la red pero como respondió el jefe del fuerte ciudadela Justo Arias y Aragüez —ver batalla de Arica— al verse rodeados por el invasor batiendo el pabellón peruano casi incoloro por el fragor de la lucha y el abrasador calor de la pampa ariqueña y empuñando su espada al cielo, con la voz enronquecida rugió: “¡No me rindo so carajos!, ¡viva el Perú!”

rafael solorzano dominguez

 

 

 

Estimado Rafael:

Es cómodo publicar cosas divertidas o frívolas, pero difícil difundir ideas patrióticas, en estos tiempos en que la mayor parte de la prensa está vendida al enemigo chileno, por lo cual es prácticamente imposible esperar que defiendan los intereses del Perú. Lo que cuentas del héroe Justo Arias Aragüez resulta significativo, porque nos lleva a la conclusión de que el sacrificio de tanto peruano y la sangre derramada sí han servido para mantener en alto el espíritu nacional. Los rateros y asesinos chilenos temen, porque los robos no son de efecto perpetuo; Arica y Tarapacá están menos que prestadas al enemigo, el cual como ladrón y asesino empedernido se retuerce sin descanso pensando que el dueño verdadero recupere lo suyo.