Una nueva iniciativa para devolver reptiles objeto de tráfico de la naturaleza ha sido lanzada con la exitosa liberación de 79 tortugas de agua y 10 tortugas terrestres en la Amazonía peruana. Esta es una colaboración entre Animal Defenders International (ADI), las autoridades gubernamentales ATFFS Lima, el gobierno regional de Madre de Dios y las organizaciones IRUPA, UPA y Animal Voice; la liberación pretende ser la primera de muchas, para garantizar la supervivencia futura de las especies. El patrocinio para la reubicación de los animales a la Reserva Ecológica Taricaya fue amablemente provisto por Bizarro Ediciones y UPA.

La presidenta de ADI, Jan Creamer, dijo: "Es una gran alegría ver a estos animales regresar a la naturaleza a la que pertenecen. Una vida en cautiverio no es vida para un animal salvaje, y esperamos que muchos más regresen a los hábitats de donde fueron arrebatados ".


La veterinaria de ADI, Inés Nole, quien asistió en la reubicación manifestó: "Estamos muy contentos de dar a estos animales su libertad y esperamos que esto ayude a resaltar el porqué la vida silvestre no se debe comercializar ni mantener en nuestros hogares".

La coordinadora y veterinaria de IRUPA, Milagros Ramos, quien ayudó a cuidar a las tortugas y en su reubicación expresó: "Este es un nuevo comienzo y es inmensamente satisfactorio saber que podemos rehabilitar más tortugas de agua y terrestres, brindando a estas especies olvidadas la atención que merecen".

El tráfico de vida silvestre es uno de los mayores problemas que enfrenta Perú, y las autoridades han buscado la ayuda de ADI y otros grupos de protección animal como parte de sus esfuerzos para terminar con el comercio ilegal.

La mayoría de las tortugas de río de manchas amarillas, una especie catalogada como "vulnerable", fueron decomisadas a los comerciantes que las guardaban ilegalmente en bañeras, tanques de peces o baldes. Son vendidas como mascotas, informando erróneamente al público que son animales fáciles de cuidar. Rehabilitadas en establecimientos autorizados en Lima durante varios meses, las tortugas de agua y terrestres fueron transportadas a la Reserva Ecológica Taricaya, cerca de Puerto Maldonado, donde fueron liberadas.

ADI trabajó previamente con las autoridades peruanas para hacer cumplir la prohibición de animales silvestres en circos en el país; durante la misión se rescataron más de 100 animales de los circos y del comercio ilegal de fauna silvestre, incluidos leones, osos, monos y otros animales. Las especies nativas fueron reubicadas en sus hábitats naturales, los leones fueron devueltos a su África natal y un tigre fue trasladado a un santuario en Florida.

La Reserva Ecológica de Taricaya es el hogar de los osos andinos Cholita, Dominga, Lucho y Sabina, a quienes sacaron de la naturaleza cuando eran cachorros y fueron víctimas del tráfico, antes de ser rescatados por ADI de tres zoológicos diferentes. También es donde Lily y Luciano, rescatados por ADI del comercio ilegal de fauna silvestre, fueron llevados para incluirlos a un programa de rehabilitación de monos araña. Cuando los funcionarios de vida silvestre alistaban el grupo de siete monos para su liberación, Lily dio a luz a Litanji y dos meses más tarde la familia y el grupo fueron liberados en un sitio seguro.


 

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