¿Quién podrá defendernos…?

En nuestro país existe una fuerte presión de las autoridades gubernamentales y los grupos “pro-biotecnología moderna” para que ingresen, se produzcan y/o se consuman legalmente los productos transgénicos,  como alimentos o suplementos, los Biofármacos y los Biocombustibles, dado que ya firmamos un TLC con los Estados Unidos, país donde existen las transnacionales más importantes de organismos genéticamente modificados (OGM).

 

La Asociación Médica Peruana (AMP) observa con gran preocupación la carencia  de normas nacionales que nos protejan de los riesgos que implicaría el ingreso de los OGM para nuestra enorme biodiversidad, nuestra agricultura y la salud pública de los peruanos, ya que se conoce de la inversión multimillonaria realizada por las transnacionales que trabajan en Biotecnología moderna y que esperan rápidamente recuperar.

Es más, tenemos noticias de que en Barranca, muy cerca de Lima,  se ha encontrado cultivos de maíz transgénicos. Lo que ha sido denunciado por una investigadora de la Universidad Agraria para estar alertas y prevenir mayores daños, desgraciadamente en vez de ser escuchada ha recibido fuertes críticas y todo tipo de presiones.

Como ciudadanos nos asiste el derecho a la información, actualmente vulnerado por el ingreso ilegal de estos peligrosos productos. Además en nuestro país ya existen semillas,  alimentos transgénicos y productos derivados que inadvertidamente consumimos, y ni siquiera figuran en los etiquetados, lo que imposibilita relaciones de causa-efecto para el estudio del impacto a la salud.

Es importante conocer, de que existen normas supranacionales como el Convenio de Diversidad Biológica (CDB) elaborado en 1992, en la Conferencia de las Naciones Unidas  sobre el medio Ambiente y el Desarrollo, de la cual nuestro país es signatario. El Perú se comprometió a respetar este convenio, firmando el documento, junto con otros 156 países miembros.

Así mismo, como resultado de este gran convenio “madre” se desarrolló en Montreal en el año 2000, el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad de la Biotecnología, asimismo se comprometieron elaborar en el lapso de 4 años, un Reglamento para la Responsabilidad y Compensaciones de la Biotecnología, gracias al consenso mundial, normar el Artículo 27º del Protocolo de Cartagena, por los diferentes tipos de daños como resultado del transporte, tránsito, manipulación y/o uso de los OGM.

Lamentablemente en la reunión que actualmente se está llevando a cabo en Bonn, nuestro país junto con Japón, hace un triste y vergonzoso papel, al oponerse a un instrumento vinculante en Responsabilidad y Compensación, negándose a aceptar el Principio Precautorio y por lo tanto el Protocolo de Cartagena, compromiso asumido con anterioridad y en contraposición a la posición del resto de los países del mundo.

La posición de Perú tan discutible, es presentada por un promotor de los Transgénicos,  con franco conflicto de interés al defender a las transnacionales. Cabe preguntarse ¿donde está la Cancillería peruana? ¿Quién designó a este representante…?

La AMP ante estos hechos tan vergonzosos propone:

1º Denunciar que el representante enviado por nuestro país, no lleva la posición discutida y propuesta por el CONAM y en general de la mayoría de los peruanos.
2º Exigir que nuestro país respete sus compromisos supranacionales asumidos con anterioridad con relación al Convenio de Biodiversidad y el Protocolo de Cartagena.
3º Pedir que los Ministros del Ambiente y de Agricultura se pronuncie sobre este delicado tema y corrijan la posición de nuestro país, que esta entorpeciendo los acuerdos mundiales que proponen normas vinculantes para determinar la responsabilidad por los daños de los transgénicos.
4º Solicitar a los Congresistas de la Republica que aprueben el Proyecto de Ley que incluye a los transgénicos dentro del Etiquetado, como un derecho fundamental de los ciudadanos a estas informados y elegir libremente si los consumen o no.

                                                                     Dra. Flora Luna Gonzales *
*Presidenta del Consejo de Vigilancia de la Asociacion Medica Peruana.