No uno, sino varios “agros”
Por Humberto Campodónico


Según información reciente del Ministerio de Agricultura, este año el superávit de la balanza comercial agraria habría sido de solo US$ 38 millones, lo que viene a contramano del ascenso de los últimos (en el 2006 se llegó a US$ 581 millones). Así, en el 2007 las exportaciones llegaron a US$ 2,167 millones, cifra 100% superior a los US$ 1,008 millones del 2003. Pero también han aumentado las importaciones, duplicándose también desde el 2002.

Balanza Comercial Agraria

Fuente:Sunat. Elaborac. Minag-DGIA-DAD

 

La cuestión controversial aquí es la definición de "balanza comercial agraria". Veamos. Primero, las exportaciones más importantes son: café (US$ 449 millones), espárragos (US$ 407 millones), páprika (US$ 95 millones), alcachofas (US$ 75 millones), uvas (US$ 64 millones), paltas (US$ 45 millones) y cítricos (US$ 32 millones). Como se aprecia, no se trata de productos alimenticios de primera necesidad. Son más bien productos de "entrada" y de "postre", vendiéndose algunos de ellos solo en "boutiques".

En cuanto a las importaciones, viene primero la soya (US$ 400 millones, para hacer aceite), seguida del trigo (US$ 350 millones, para el pan), el maíz (US$ 270 millones, alimento para el pollo) y los lácteos (US$ 58 millones). También importamos, en menores cantidades arroz, azúcar y carnes. Estos productos son un componente indispensable de la dieta diaria de millones de peruanos.

Esto se demuestra con su incidencia en la canasta del INEI para medir la inflación. El pan tiene el 8.8% del total, las carnes el 8.8 y la leche el 3.9%, mientras que el café tiene el 0.5%, las hortalizas el 3.3% (aquí entra el espárrago, pero todos sabemos que no es la hortaliza de "preferencia" de los peruanos) y la fruta el 2.3% (el mango tampoco es la única fruta).

Por tanto, y este es el segundo problema, hacer una comparación entre los dos tipos de productos nos podría hacer pensar que son perfectamente sustituibles, cuando no lo son. Si enfocáramos las exportaciones y las importaciones con el concepto de seguridad alimentaria, entonces aparecería claramente que somos deficitarios en los productos que consume la población. En otras palabras, somos importadores netos de alimentos (que es diferente a decir "productos agrarios").

En tercer lugar, con toda la importancia que tiene el despegue de los productos de agroexportación en los últimos años, estos son costeños en su mayoría y quienes los producen son un número reducido de productores agrarios. Por el contrario, los alimentos importados son consumidos por la mayoría de la población. A lo que hay que agregar que los precios del trigo y la soya están subiendo porque en los países industrializados hay una tendencia a sembrar más maíz (para etanol), en detrimento del trigo y la soya. Es eso lo que causa la volatilidad de la balanza comercial agraria.

Por eso, no existe un "trade off" entre exportaciones e importaciones agrarias: se trata de productos y mercados distintos. Como dice Fernando Eguren, de CEPES, existe un mercado dinámico, con mercados externos, que ha creado su propia infraestructura (el agroexportador). En el mercado interno, existen productores (arroceros, paperos y maiceros, por ejemplo) que también tienen una dinámica propia y que coexisten al lado de los campesinos pobres (sobre todo de la sierra sur) que no tienen la misma condición y que, en gran medida, son compradores netos de alimentos. Esta fractura se vio claramente en la negociación del TLC.

En Brasil, se distingue claramente la agricultura (donde está el agro moderno y la agro exportación) del desarrollo agrario (aquí se ve la reforma agraria, el apoyo al campesinado pobre y la amazonía). No proponemos que se imite el ejemplo brasileño antes de un concienzudo análisis. Pero sí que sepamos que "todo lo agrario no es igual".

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