Del puerto  ¡Grandes negocios!

barcos de pasajeros en muelle

¿Y el Callao…qué?

Por: Adolfo Granadino (*)


A diciembre de 2007 arribaron al puerto chalaco exactamente 1’024,000 Contenedores TEU, y si no hubieran realizado la huelga los Estibadores, el número sería mayor. Adex, la Confiep, la Cámara de Comercio de Lima y otras entidades privadas, coordinadamente alegan que el costo portuario de cada contenedor es de 600 dólares. Si esto es así, quiere decir que el año pasado facturaron las empresas que realizan actividades portuarias en el Callao, un monto de más de 600 Millones de Dólares, y sólo en el rubro de contenedores que representa el 45% de la carga total.


ENAPU, sus ingresos por la actividad portuaria en el Callao es de 80 Millones por servicio a los buques y a la carga a granel, fraccionada y en contenedores o sea el 13% de la facturación señalada en US $600 Millones. Las Rentas de Aduana o Canon Aduanero que recibe la ciudad porteña (2%) es, como se sabe, por tributos aduaneros a las mercancías de importación. No sale de esos 600 Millones. La actividad portuaria propicia esa renta pero no es tributaria de ese concepto. ¿Por qué en el Callao, los beneficios del negocio portuario sólo son para unos cuantos y nada para la ciudad que cobija el puerto y los almacenes particulares? Sería un sobrecosto dicen algunos y que atentaría contra la competitividad. Bonita manera de eludir la responsabilidad social de esas empresas con nuestra ciudad portuaria que recibe los impactos ambientales cada minuto, cada día, cada mes y cada año.

PEAJE A LA CIUDAD Y POR LA CIUDAD CHALACA


Son dos Millones de Toneladas de concentrados de minerales que anualmente en camiones transitan por la ciudad hacia el puerto, siendo el plomo el pasajero cotidiano por Puerto Nuevo y miles de toneladas de ácido sulfúrico se depositan en inmensos tanques que colindan con las viviendas de Chacaritas. Los que están en el negocio minero calculan que al 2010 se habrá duplicado el tonelaje de los concentrados, o sea a 4 Millones. A esto hay sumar los Trailer que cargan ese Millón de contenedores que igualmente irá creciendo. 2,750 Contenedores Teu se pasean por el Callao cada día y siendo la capacidad de estos camiones para dos Contenedores Teu, son 1,375 vehículos con sus 14 llantas que ruedan por las calles con todos los impactos ya conocidos: Congestión del tránsito, emanación de monóxido de carbono, ruidos, accidentes y otros eteces.


Toda esta trifulca es parte del medioambiente chalaco con los costos y sobrecostos que implica. Para subsanar a medias estos impactos, reconstruyendo principalmente calles y avenidas, se distraen recursos de las municipalidades y el gobierno regional que bien podrían asignarse a otras prioridades de la población. Por cada contenedor, deberían pagar un peaje a la ciudad, no es un sobrecosto, no señor, es un costo real y concreto que no tiene porque pagarlo la ciudad, es el usuario de las pistas quién debe sufragar. Así como al dueño del camión le pagan el flete, a la ciudad deben pagarle por el impacto que ese tránsito significa. La ciudad chalaca está subsidiando ese costo desde hace mucho tiempo con la complicidad o ingenuidad de quienes corresponde exigir con firmeza ese reclamo justo y equitativo.


Pero no es solamente el tránsito de contenedores, lo es el Ferrocarril que obstruye vías arteriales de la ciudad con sus encargos contaminantes. Es también el riesgo y mortificación del almacenamiento de cargas peligrosas cuyas instalaciones son periféricas al puerto: Líquidos corrosivos como el ácido sulfúrico, concentrados de minerales, otras cargas volátiles, inflamables y/o explosivas, etc.

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS EMPRESAS


En buenos términos, la responsabilidad social de las empresas, en este caso, aquellas que realizan sus negocios en el puerto y su entorno, deben armonizar sus actividades con las expectativas de los ciudadanos chalacos sin que implique deterioro no indemnizable a la ciudad, todo lo contrario, es deber ineludible mejorar el confort metropolitano.

El Perú, como siempre, fue unos de los últimos países donde las empresas, no todas, ya aceptaron su responsabilidad social en el lugar donde se ubican. Y quienes mayor énfasis deberían poner son aquellas en que sus procesos productivos generan pasivos ambientales. Los voceros abiertos y los solapados trataron de hacer valer sus inaceptables opiniones referidas a que las empresas asumen su responsabilidad con el país al pagar sus impuestos y es el Estado, con parte del monto de esos tributos, asistir a los pueblos afectados. Lo dijeron hasta hace muy poco tiempo en la televisión con la arrogancia que los caracteriza, con el dejo y pose como descubriendo, gracias a su sorprendente inteligencia, que la Tierra es redonda y gira alrededor del Sol.

Pero hoy, ya es de consenso mundial y reconocido por las instancias rectoras, que la responsabilidad social de las empresas es parte de los estándares de eficiencia y buenas prácticas empresariales. Pero en el Callao ¿Quién nos defiende?

LOS NEGOCIOS PORTUARIOS


Si bien es cierto, que el inversionista evalúa a sus gerencias por el grado maximalistas de las ganancias obtenidas, el gerente tiende a revisar su cadena de costos para tratar de reducirla y como es conocido, el eslabón más débil paga el pato, en este caso, la responsabilidad social de su empresa que incluye también la planilla de los trabajadores. Por eso  el Callao, al no haber quien ponga orden, se vuelve una especie de Clae para los negocios, invierto un dólar y gano cien, si el caldero revienta, para eso están los chalacos. Y el gran negocio está en el puerto. Calculan los estudiosos que en los últimos 20 años, en más de  3 mil millones viene significando este negocio.

Eso explica la inversión millonaria mediática para distraer, confundir y engatusar a la gente y funcionarios del Gobierno en todas las instancias, para evitar que el desarrollo del puerto del Callao tome la ruta correcta. Y esa ruta es, Muelle Sur del puerto (Inversión 617 Millones de Dólares) y competencia con el Estado (ENAPU) para evitar el riesgo de posición de dominio, propiciar  un desarrollo armonioso en beneficio de los usuarios y compatible con la ciudad portuaria, con los intereses geo-económicos y políticos del país, rumbo al megapuerto, como es  regla en todo el mundo. En caso contrario, como ellos quieren, ¿el Callao qué?

(*) Secretario General de FENTENAPU