¿A dónde van las grandes inversiones? estadistica lapicero

 Mucho se dice y se escribe sobre la necesidad innegable de que lleguen inversiones a un país, empresas que inviertan grandes sumas de dinero y proporcionen trabajo para la gente e impuestos para el estado.

 

En el Perú se pone gran énfasis en las inversiones mineras y se las presenta como un motor que llevará a nuestro país al desarrollo. Aparte de que esto es falso —hace más de cien años los políticos corruptos vienen hablando maravillas de la minería—, debemos entender que las grandes inversiones no llegan ni pueden llegar al Perú, porque, como el resto de América Latina, tenemos un modelo de desarrollo africano1, que se basa en la exportación de materias primas, fórmula segura para mantenernos cien años más en el subdesarrollo.

Hay muchas opiniones sobre las grandes inversiones en el mundo, entre las que merece destacar el artículo “Ponga su dinero en democracias emergentes y estables”2 que en Market Watch (13-07-2011) —y reproducido por el diario The Wall Street Journal— escribió Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., especialista en temas económicos y financieros. Lo primero que hace Lynn es advertir que las inversiones en países desarrollados e industrializados no son tan buenas:

“Si hay algo que conocemos con seguridad sobre la evolución de los mercados mundiales en los próximos años es que los dividendos que se obtengan en los países desarrollados van a dar pena”.

Hemos de entender que esto se dijo antes de que se agudizara la crisis europea por el problema de la insolvencia de Grecia. Ese es el primer descarte: no invertir en los países del Primer Mundo (Alemania, Francia, Japón, EE. UU., Reino Unido), o hacerlo con cuidado.

En seguida da una indicación de cuál es la alternativa:

 “Los EE. UU., Europa y Japón están aplastados por enormes deudas del estado y de los consumidores. Les va a costar mucho trabajo retornar a la senda del desarrollo sostenido. Los mercados emergentes3 y de frontera4 son los únicos lugares donde es posible obtener dividendos significativos por el dinero que se invierte”.

Un gran temor de los inversionistas, tan serio como la inestabilidad jurídica, es la posibilidad de cambios violentos de gobierno, el derrocamiento de un gobierno. A este respecto, Lynn señala que los lugares donde es bueno invertir deben ser democracias, lo que plantea la pregunta de qué es democracia, que un equipo de especialistas del banco de inversiones Renaissance Capital ha tratado de responder según ciertos criterios. Escribe Lynn:

“Renaissance Capital nos trae una fascinante fórmula que responde esa pregunta. Estudió 150 países en el periodo de 1950 a 2009. Expresado esto en palabras simples, diremos que una vez que un país alcanza un PIB de $10 000 anuales per cápita, se convierte en lo que el banco [Renaissance Capital] llama ‘democracia inmortal’. No se puede hallar ejemplos de un gobierno democrático derrocado en países que superen ese nivel de ingresos. Incluso $6 000 puede ser relativamente seguro”.

Resulta que por la estabilidad que tienen, por su potencial y por las tendencias de su desarrollo económico, países no muy democráticos como Rusia y China son recomendados como lugares en que las inversiones son seguras y dan muy buenas ganancias. Es necesario aclarar que una cosa es la “estabilidad” que ofrecen países africanos y de América Latina, que consiste en ofrecer al inversionista contratos “seguros”, que no serán cambiados, lo cual es difícil por la corrupción existente. En el 60% de los casos los contratos son de hechura corrupta, pasibles de cuestionamiento por parte de un nuevo gobierno; esto lo sabe todo inversionista que va al África o a América Latina: inevitablemente tiene que pagar coimas a políticos y periodistas y aun así nadie sabe lo que puede pasar con el siguiente gobierno5.

La diferencia con las economías emergentes (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y Turquía) es que en estas el país receptor no es pasivo, invierte mucho dinero, comparte riesgos y tiene gran capacidad adquisitiva. Además, a diferencia de lo que ocurre en África y América Latina, las materias primas no son lo central e importante de las inversiones. Otro punto que se toma en cuenta para entender por qué las inversiones verdaderamente grandes —cientos de millones o miles de millones de dólares— se van a los países emergentes está dado, por descarte, por dos grandes limitaciones de los países desarrollados: a) están en grave crisis económico-financiera (Unión Europea y los EE. UU.); b) casi todo está hecho, hay poco por hacer.

El punto b) se entiende si dirigimos la atención, por ejemplo, a la infraestructura de transporte —todos los países del Primer Mundo tienen buenas redes ferrocarrileras y de carreteras, buenos puertos— y a la energía —todos tienen buenas plantas de electricidad a petróleo o carbón, o nucleares—, aspectos en los que casi todo está hecho.

En los seis mencionados países emergentes hay mucho por hacer, y tienen  muchísimo dinero para pagarlo (algo que no ocurre con las economías “de frontera”), no tienen problemas de liquidez. India, por ejemplo, se manda construir centrales nucleares para generación de electricidad, cuyo costo es de unos 25 mil millones de dólares cada una; en armamento (portaaviones, aviones, cohetes, etc.) gasta más de 20 mil millones de dólares y obtiene en esto transferencia de tecnología6, opción posible porque hace compras en grande. Rusia produce locomotoras diésel y eléctricas pero no trenes ultrarrápidos, entonces contrata una empresa alemana y allí invierte cientos de millones de dólares; por otro lado, la empresa alemana Siemens va a invertir miles de millones de dólares en Rusia, en parte en proyectos conjuntos. China va a construir una carretera de miles de kilómetros para conectarse mejor con Kazakhstán, lo que le facilitará su comercio con Rusia y Europa Occidental. De igual manera, los chinos están construyendo o mandando construir varias centrales nucleares para producir electricidad.

Otra característica de estos países emergentes es que entran en empresas mixtas para hacer negocios por cientos o miles de millones de dólares. Rusia, por ejemplo, tiene muchísimo petróleo y gas; pero se ha asociado con la empresa estadounidense Exxon para explotar las vastas reservas de petróleo y gas que corresponden a Rusia en el Ártico.

Entonces que no se venga a engañar acá a la gente con inversiones que solo profundizan nuestro subdesarrollo y que simplemente nos anclan en la condición de país subdesarrollado. Recordemos a los aguafiestas de Oxfam y su certero análisis: informaron que para salir de la pobreza el Perú necesitaría 80 años más, y esto si año a año se mantienen los índices de crecimiento originados en la exportación de materia prima. ¡Pero serán cien años o más, porque nadie puede asegurar que los países industrializados nos sigan comprando todo el tiempo con buenos precios nuestras materias primas!

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 1 Con las excepciones de México, Brasil y Argentina —países cuya economía más o menos se orienta a la exportación de productos manufacturados—, y Costa Rica con su desarrollo en servicios y tecnología,

2 En http://www.marketwatch.com/story/put-your-money-in-emerging-stable-democracies-2011-07-13

3 Se refieren a Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica (el grupo “BRICS”) y Turquía.

4 No son países del Primer Mundo ni los mencionados emergentes. Tienen estabilidad política y economía bien organizada, como Bulgaria, Croacia, Estonia, Ucrania, Lituania, Rumania, Kenya, Vietnam, Argentina (único país de América del Sur que está en esta categoría), entre otros. Estas economías “de frontera” tienen menos capitalización de mercado y menor liquidez que los mercados emergentes.

5 He aquí la explicación de por qué en tiempo de elecciones los políticos corruptos y los periodistas rateros desesperadamente claman por “respeto a las reglas de juego”, “estabilidad jurídica” o “señales de confianza para los inversionistas”, para que nadie toque los contratos corruptos, como los de hidrocarburos y de las aerolíneas de Chile.

6 Produce el cohete antibarco Brahmos, de velocidad Mach 2,5, desarrollado conjuntamente con los rusos, y prepara también una versión hipersónica, por lo menos de Mach 5. Además, para asegurarse derecho de compra preferencial, India ha cubierto el 35% de los costos de desarrollo del avión ruso de quinta generación Sukhoi T-50 PAK FA.

 

 

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