Canon: sólo se están poniendo parches

Por Humberto Campodónico


El acuerdo del premier Jorge del Castillo con los dirigentes de Moquegua aún no se conoce en su totalidad. Sin embargo, habría habido una especie de trueque: si bien Moquegua no recibe el dinero del canon en la modalidad "normal", el gobierno se compromete a realizar una serie de proyectos de inversión por una cantidad similar, destinada sobre todo a los municipios más pequeños de la región.

Colombia: Distribución de las Regalías en Hidrocarburos

Pero la desmovilización de la población y la reapertura del puente no puede ser considerada como la solución a la crisis. En verdad, lo que se ha puesto sobre el tapete es la necesidad de una reforma tributaria y, también, una reforma fiscal. Se debe elevar la presión tributaria, que es una de las más bajas de América Latina, mediante un impuesto a las sobreganancias mineras y petroleras, así como eliminando las exoneraciones tributarias, en primer lugar, las del sector financiero.

Pero también es necesaria una reforma fiscal que avance hacia la descentralización fiscal para obtener ingresos directos para las regiones (del impuesto a la renta, el IGV y los selectivos al consumo), así como una distribución regional adecuada. Esto último incluye la reforma de la Constitución, pues ella establece que el canon petrolero y minero solo beneficie a las regiones y municipios donde se produce el recurso.

Esto hace que el 70% del canon minero y petrolero de S/. 6,663 millones en el 2007 esté concentrado en solo 7 regiones (1). No sucede lo mismo en otros países de la región que también poseen recursos naturales. Por ejemplo, en Colombia los departamentos y municipios donde se produce el recurso, así como los puertos por donde se transportan, reciben la mayor cantidad de las regalías.

Pero una parte importante va al Fondo Nacional de Regalías (FNR) para financiar proyectos de inversión en los departamentos y municipios no productores, así como la preservación del medio ambiente y la actividad minera. Una característica clave es que, a medida que aumenta la producción de petróleo, por ejemplo, de 10 mil barriles diarios (MBD) a 20 MBD, sube la participación del FNR del 8 al 19.5% del total, elevándose al 32% cuando la producción supera los 20 MBD.

Otro elemento clave es el factor escalonamiento, cuando hay aumentos extraordinarios de la producción. En ese caso, por la producción que excede los 180 MBD (en todo el Perú solo se producen 70 MBD), la regalía baja al 10%. Y por la producción superior a 600 MBD, la regalía del departamento productor es 5%. Para los municipios productores el factor escalonamiento es 10% para la producción superior a 100 MBD.

Hay tres lecciones a tomar en cuenta: 1) que todos los departamentos se benefician de la explotación del recurso natural, lo que refuerza el carácter unitario del país; 2) los productores reciben más que el resto, porque allí se realiza la actividad extractiva y sufre los impactos ambientales que ella conlleva; 3) hay un factor escalonamiento, que establece que si el volumen de producción supera un cierto rango, los productores siguen recibiendo más ingresos por regalías, pero en un % menor.

Para terminar, el acuerdo de ayer apaga un fuego pero es solo un parche. Es clave la reforma tributaria y la descentralización fiscal para generar mayores recursos para todas las regiones y municipios. Pero ambas han sido rechazadas por el gobierno, que no quiere que nada cambie. Y todos los peruanos deben beneficiarse de los recursos naturales –comenzando por las regiones productoras– evitando que cada cual luche "por lo suyo" sin importarle el resto, que es lo que busca el neoliberalismo desintegrador. Todas las distribuciones del ingreso que fomentan la desigualdad deben ser reformadas, comenzando por las que produce la actual orientación económica.

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(1) Áncash, Cusco, Tacna, Loreto, Moquegua, Cajamarca y Pasco. Ver Vigilancia de las Industrias Extractivas, Reporte # 7, marzo 2008, www.propuestaciudadana.org.pe

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