La propuesta tributaria de Obama

Barack Obama

Por Humberto Campodónico

Cuando asumió el gobierno a principios del 2001 George Bush puso en marcha una drástica reducción de los impuestos que pagan todas las personas naturales. La semana pasada, el candidato presidencial Barack Obama ha propuesto modificar esa política, pero en sentido contrario pues va a elevar los impuestos.


Bush afirmaba que la reducción de impuestos (estimada en la astronómica cifra de US$ 300,000 millones anuales) era buena para la economía, pues "todo el mundo" tendría mayores ingresos, lo que aumentaría el consumo privado (que en EEUU representa el 66% del PBI). Los críticos afirmaban que aumentaría el déficit fiscal debido a la menor recaudación (lo que sucedió) pero, sobre todo, dijeron que no aumentaría el poder adquisitivo de las mayorías, pues la reducción favorecía sobre todo a los ricos.

Un análisis realizado por "Ciudadanos a favor de la justicia tributaria" (Citizens for Tax Justice) estableció que la reducción de impuestos de Bush para el 60% de los contribuyentes con ingresos más bajos —78 millones de personas— fue de solo US$ 347 por año en promedio. Para el quintil más bajo, el menor pago de impuestos fue US$ 66 al año. Para el quintil 4 la reducción es algo mayor: US$ 1,026.

Pero el recorte más significativo le tocó al 1% más rico de la población (1.3 millones de contribuyentes) que gana más de US$ 373,000 anuales, pues deja de pagar nada menos que US$ 53,000 al año. Cuando se analiza quiénes son los que reciben un mayor % de la disminución de impuestos, el 1% más rico representa el 37.6% del total, mientras que al 60% de la población más baja le corresponde el 14.7%. Más claro ni el agua.

Por eso, en la campaña presidencial, Barack Obama y Hillary Clinton se pronunciaron por la derogatoria del Plan Bush, aunque no dieron muchos detalles. Por su parte, el candidato republicano George McCain, que se opuso al recorte de Bush, ahora ha cambiado de posición para situarse mejor frente al electorado republicano. Pero lo peor que le puede pasar es que se le considere como… Bush III.

Hace pocos días Obama ha vuelto a poner sobre el tapete el tema tributario, esta vez en relación al Seguro Social. Ha propuesto subir los impuestos que lo financian, pero solo a los que ganan más de US$ 250,000 anuales (el 5% de la población): "La mayoría de familias de clase media pagan impuestos por cada dólar que ganan, mientras que los millonarios y billonarios solo pagan un % muy pequeño de sus ingresos. Por eso, lo mejor es ajustar un poco a los que más ganan, como yo, para proteger a la gente que lo necesita. De esa manera extenderemos la promesa de la seguridad social, sin que pongamos la carga en los ciudadanos de la tercera edad".

Inmediatamente, han comenzado las críticas de la derecha económica y política a la "insensatez" de Obama. Desde otra orientación, Paul Krugman en el New York Times lo apoya, pero señala que el debate tributario —y económico— recién comienza y puede convertirse, junto con la invasión de Irak, en uno de los factores claves de la elección. Veremos. Lo que sí esperamos es que no suceda como aquí, donde se prometen impuestos a las sobreganancias mineras y petroleras para después dejar todo en nada.

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