Se pinchó la burbuja de las materias primas

Por Humberto Campodónico

El alto precio del petróleo, de los minerales y de los alimentos en los últimos años ha sido explicado por la conjunción de diferentes factores: el crecimiento chino y asiático y su mayor demanda de materias primas y alimentos; el aumento de áreas plantadas con maíz para producir etanol, lo que disminuye el panllevar; la parálisis en la construcción de refinerías en EE. UU., que reduce la capacidad de producción, entre otras.

Comportamiento del Índice S&P GSCI versus Inveriones en el Índice de Commodities

También se ha dicho que para defenderse de las bajas tasas de interés en EE. UU. y el bajo precio del dólar los inversionistas diversificaron su portafolio, entrando a los mercados de petróleo, alimentos y minerales, sobre todo el oro (ver "Vendo dólares, compro lo que sea", www.cristaldemira.com, 29/2/08). Así se sabía que el alza de los "commodities" tenía un componente ajeno a la oferta y la demanda.

La cuestión es que desde principios de año, cuando ya se hizo evidente que EE. UU. había entrado en recesión, se suponía que bajarían los commodities. Pero no, continuaron subiendo: el petróleo, el cobre, el oro, el maíz, el aceite, el trigo y la soya llegaron a sus máximos históricos.

La explicación no es otra que la masiva especulación en los mercados de commodities en el mundo. En una audiencia reciente (24/6/08) ante el Comité de Seguridad Nacional del Senado de EE. UU., Michael Masters, gerente del Masters Capital Management, dijo: "Los inversionistas institucionales están colocando su dinero en las 25 materias primas claves que forman el Índice de Commodities de Standard & Poors-Goldman Sachs (S&P-GSC), así como en el Índice Dow Jones-AIG (DJAIG)".

Agrega: "Las inversiones en estos índices se multiplicaron por 20 de fines del 2003 a marzo del 2008, un aumento promedio de 183% en los últimos 5 años". En efecto, el Índice de Precios llega a más de 660 (línea negra, eje izquierdo), mientras que las inversiones en los mercados de Índices de Commodities llegan a US$ 260,000 millones (barras, eje derecho). Dijo que como estos mercados son relativamente pequeños (comparados con la Bolsa de Nueva York, por ejemplo), la entrada de estos "nuevos inversionistas" provoca inmediatas, y enormes, alzas de precios.

Masters abunda en explicaciones: "En los últimos 5 años, los inversionistas adoptaron la creencia errónea de que los mercados de commodities son un activo similar a las inversiones de capital y no entienden sus diferencias esenciales. Están haciendo mucho daño". Masters recomienda cambios a las leyes vigentes para mejorar la regulación.

La cuestión es que, en la última semana, la burbuja especulativa parece haberse pinchado. A la recesión en EE. UU. se añade ahora la creciente recesión en Europa. Además, el anuncio del Banco Central Europeo de que no va a subir la tasa de interés ha provocado la revaluación del dólar, así como la caída en picada del precio del petróleo y otras materias primas, temas de un próximo artículo. Pero la lección es clara: los inversionistas financieros, dejados a su libre albedrío, como en el caso de las hipotecas subprime, solo ven sus propios intereses y no tienen reparos en perjudicar a centenares de millones de personas. Salvo mejor parecer.

Todos los artículos del autor pueden ser leídos en: www.cristaldemira.com