Hay muchos “casos Cemex” esperando ser destapados

Por Humberto Campodónico

De enero a julio del 2008, Cementos Mexicanos —a través de su filial en la República Dominicana— exportó al Perú 99,000 toneladas de cemento, con un valor FOB de (S/. 14.2 millones (US$ 5 millones), según Sunat. Como en el 2007 se importaron 97,000 toneladas de cemento, en los primeros siete meses del 2008 ya se igualó el total del año pasado.


Las importaciones de cemento pagaban un arancel del 12%, lo que está en línea con el arancel de otros países de la Región: República Dominicana (14%), Ecuador (11%), Bolivia, Colombia y Venezuela (10%), México (7%), Chile (6%), Argentina (4.5%).

Pero en octubre del 2007 se promulgó el DS 158 2007 EF que redujo el arancel de 2,000 insumos (*), entre ellos del cemento de 12% a 0%. O sea que se ha dejado de recaudar, por ese concepto, la suma de S/. 1'700,000 en enero-julio del 2008. En todo el 2008, serían S/. 3'400,000, lo que no es bicoca para un país pobre.

El argumento para reducir los aranceles del entonces ministro de Economía, Luis Carranza, fue "el combate contra la inflación". En teoría, esa reducción haría bajar los precios del cemento en el mercado interno. Pero, antes hay que preguntar: ¿es que los precios del cemento estaban subiendo, lo que podría justificar algún tipo de medida?

Pues no. Dice Daniel Córdova: "El precio de la bolsa de 42.5 kg ha fluctuado entre los S/.16 y S/.17 desde el 2000". (La industria de cemento en el Perú, BWS, febrero 2005). Dicho esto, ¿es que el arancel 0% hizo que los precios bajen? No. Según la Dirección Nacional de Vivienda del Ministerio de Vivienda, el precio del cemento en octubre del 2007 fue S/. 17.20 por bolsa de 42.5 Kg. En agosto del 2008, ese precio no varió: fue S/. 17.18 por bolsa de 42.5 Kg.

Esto quiere decir que el fisco ha dejado de recaudar la suma de S/. 1'700,000, pero el consumidor no se ha beneficiado. Sí los importadores de cemento, ya que ahora no pagan el arancel y siguen vendiendo el cemento al mismo precio que antes.

Esta rebaja se dio cuando, en el marco del TLC México-Perú, "México venía pidiendo una reducción del arancel peruano al cemento de 12% a 0%. El Perú aceptaba tal reducción pero solo si era gradual en 10 años y siempre que, a cambio, México reduzca su arancel para otros productos peruanos. ¿Por qué, entonces, abruptamente, y a cambio de nada, se le regala la reducción del arancel de cemento a 0% a la industria cementera mexicana?". (Cementos Lima, Cemento Andino, noviembre 2007).

Agregan: "La industria peruana es eficiente y competitiva y los argumentos de desabastecimiento y de elevados precios del cemento utilizados por el ministro de Vivienda para pretender justificar la rebaja del arancel a 0% son inaceptables".
La reducción fue abrupta y a cambio de nada. No es cierto, por ello, lo que dice el MEF en el Marco Macroeconómico Multianual 2009-2011: "Estas reducciones estuvieron dentro de los parámetros establecidos por la RM 005-2006-EF/15 "Lineamientos de Política Arancelaria" (p. 32). Esto porque dicha resolución establece que la política arancelaria "debe diseñarse en conexión con el marco de las negociaciones internacionales vigentes". Claramente, eso no sucedió.

El caso del cemento es ilustrativo de los efectos desastrosos de la rebaja de aranceles. En su conjunto las rebajas arancelarias, además de generar "regalos del mercado interno" a los empresarios extranjeros sin negociación alguna (por ejemplo, a los confeccionistas chinos) tienen un costo fiscal de S/. 3,000 millones anuales, como lo ha declarado la jefa de la Sunat. Ya que el Poder Ejecutivo no quiere revertir la rebaja arancelaria, quizá el Congreso pueda intervenir para hacerlo. Hay muchos "casos Cemex" esperando ser destapados.

(*) Hubo 6 reducciones de aranceles bajo la gestión Carranza que afectaron más de 5,000 partidas. Ahora el arancel efectivo de Perú es más bajo que el de Chile, lo que es destacado como "positivo" por la tecnocracia del MEF.

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