No sólo de los TLC vive una economía

Por Juan Sheput*

La ministra Mercedes Aráoz con una seguridad propia de quien sabe que pueden hacer lo que quieran con el actual Congreso, anuncia que en marzo podrían entrar en vigencias nuevos tratados de libre comercio con Canadá y Singapur. No dice la ministra, ni siquiera por delicadeza política, que esperaría que la discusión y debate en el Congreso de la República culmine con la ratificación, luego de lo cual podrían entrar en vigencia dichos tratados.


La ministra Mercedes Aráoz pareciera ignorar que los tratados de libre comercio son buenos sólo en la medida que se pueda aspirar al mercado del socio comercial en igualdad de condiciones. Ello sugiere que nos compren lo que "ellos" necesitan, de lo contrario, si no es así nos convertiremos en una ampliación de mercado para los socios sin mayores beneficios para nuestro país.

En el caso de los Estados Unidos con importaciones del orden del billón de dólares (un millón de millones) sus mayores compras, en un 63% son de alto valor tecnológico, un 12% de minerales y combustibles (de los cuáles no vendemos nada) y el resto manufactura de menor valor agregado y agricultura. Es en estos últimos rubros donde podemos competir, en desigualdad de condiciones con Chile, China, México, Vietnam, Tailandia, India, en materia agrícola y textil y salimos definitivamente perdiendo. Perú no produce lo que Estados Unidos compra, cual es computadoras, camiones, equipos electrónicos, chips, software, barcos, satélites, aviones, helicópteros, insumos computacionales, etcétera. China e India, sin tener un TLC con Estados Unidos, son sus principales proveedores, al igual que Alemania. Eso lo ha entendido Chile y Costa Rica que ya no quieren ser proveedores de frutas ni café de Estados Unidos sino de servicios y tecnologías de la información.

Mientras la ministra Mercedes Aráoz pretende nuevos tratados de libre comercio el gobierno es incapaz de impulsar reformas que nuestro país necesita, el famoso TLC hacia adentro del cual se hablaba desde el año 2003 con el gobierno del presidente Toledo. Las reformas que impulsó para cumplir con ese cometido paralelo fueron saboteadas por el partido aprista que como se sabe tiene un sentido tradicional y precario de la política. El APRA, como antes con Belaúnde, no dejó hacer las reformas. Luego, en el actual gobierno, su incapacidad les impide hacerlas.

Así que no es cuestión de TLC sino de generar capacidades. El TLC con Estados Unidos puede ser una gigantesca oportunidad perdida por la corrupción y la incapacidad del gobierno de García.

* http://mate-pastor.blogspot.com/