Ya suman 290 los fallecidos por el atentado que detonó explosivos en tres iglesias de Sri Lanka, donde además hay unos 500 heridos, varios de ellos graves, a causa de la matanza.
El portavoz de la Policía, Ruwan Gunasekera, dijo a la prensa que fueron ocho explosiones registradas la jornada de hoy en diferentes partes de Sri Lanka, reportan medios internacionales.
Una de las explosiones fue dirigida contra la iglesia San Antonio de Colombo, la capital, otra en la iglesia San Sebastián de Negombo, al norte de la capital, y la tercera en una iglesia de Batticaloa, en el este de la isla. Además, hay tres hoteles atacados en Colombo.
El ataque fue simultáneo. Se pusieron de acuerdo para detonar los explosivos desde las 08:45 h locales. Escogieron el Domingo de Resurrección, fecha que concita la asistencia de gran cantidad de fieles.
La séptima y la octava explosiones se registraron en un hotel cerca del Parque Zoológico Nacional de Sri Lanka, en Dehiwela, y la otra en un complejo de viviendas en Dematagoda, un suburbio de Colombo. Horas después, un nuevo estallido ocurrió en un hotel de Dehiwala, en la periferia sur de Colombo, y causó al menos dos muertos.
Se cuenta a 35 extranjeros entre los muertos, según reportes oficiales. Ningún grupo ha reivindicado la autoría de esos crímenes.
El Gobierno de Sri Lanka ordenó un toque de queda de 12 horas a partir de las 18:00 (hora local). El primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, demandó fuerte unidad ante la tragedia y aseguró tomar medidas inmediatas para contener la situación.
Sri Lanka tiene unos 21 millones de habitantes, es un país mayoritariamente budista que cuenta con unos 1,2 millones de católicos.
