Inflación tras los acuerdos del G20


Por Eco. Gilberto Ojeda Salazar*

Voceros  del Banco Central Europeo (BCE) critican ni bien culmina la cumbre los acuerdos tomados a inicios de este mes.


Motiva su preocupación la continua inyección de liquidez, a los mercados y que estos nuevos acuerdos del G20 son más de lo mismo, pero mucho más.

Del otro lado algunos voceros se defienden señalando que es razonable el miedo, pero no se debe olvidar que la velocidad con que circula el dinero no es un acicate para que se desate la inflación que por lo contrario vivimos una realidad en que dicha velocidad se ha reducido al mínimo.

Ambos argumentos no dejan de tener asidero, y si ordenamos los mismos estamos descubriendo la trampita de Londres (2009). Veamos, cuando los ingentes recursos que se están inyectando den resultado, es decir cuando la economía arranque de nuevo, nos encontraremos con una velocidad de circulación del dinero tal que, necesariamente habría de provocar un proceso inflacionario.

En la medida que la Zona Euro y USA, inyecten recursos habría de acabar la deflación, y con la cantidad de circulante a una velocidad, que ya está siendo estimada, en especial por los alemanes, se espera un proceso inflacionario al que temen, porque tras las quiebras y el desempleo; y el consiguiente rompimiento de la cadena de pagos, se producirá más desempleo, debiendo el Estado asumir un rol más activo, con la tarea adicional de impedir que la inflación supere los 2 dígitos.

Sin embargo, algo de positivo nos deja la cumbre, la voluntad de consensuar políticas de redistribución de la riqueza, partiendo de controlar los paraísos fiscales, por dónde los inescrupulosos evadían el pago de gigantescas cantidades que bien pudieron  financiar programas sociales de lucha contra la pobreza que dieran frutos reales y  no solo declaraciones y fotos para la prensa.

*Reg. C. E. C. 0091