Además ha logrado un impacto positivo en el ingreso laboral de los sectores agropecuario y agroindustria, los que alcanzaron mayor desarrollo y formalización.

En los 10 últimos años los resultados de la Ley de Promoción Agraria (Ley 27360) han sido positivos dado que ha contribuido a la generación de 88.738 puestos de trabajo formales en los sectores agrario y agroindustria, así como la creación de 18.350 empresas, informó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima.

La referida ley fue implementada en el 2001 con el objetivo de impulsar la inversión y desarrollo del sector agrario. Más adelante, en el 2008, la actividad agroindustrial se incorporó a dicha ley. “Debido a su gran aporte a la actividad económica se espera que la referida ley se amplíe para los próximos 20 años e incluso, por sus resultados positivos, pase a ser permanente”, sostuvo César Peñaranda, director ejecutivo del IEDEP de la CCL.

Respecto a la constitución de empresas hay clara tendencia alcista en el sector agropecuario creándose en promedio 1.586 unidades productivas al año. Entre los años 2007 y 2017 pasaron de 1.105 a 1.844 empresas. Resultados similares se observan en el sector agroindustria donde se crearon en promedio 82 empresas por año y el flujo de nuevas empresas pasó de 73 (2007) a 82 (2017). Incluso en el año 2012 se superó las cien empresas. La mortalidad en este sector fue de 29 empresas por año.

En cuanto a las regiones, Arequipa es la de mayor dinamismo en la creación de empresas agropecuarias  con 1.561 unidades productivas, le sigue San Martín (1.513) y Cajamarca (1.414). En tanto para la agroindustria destacan Piura (271), Tacna (117) y Arequipa (72).

Favoreció al ingreso laboral

Si bien la Ley de Promoción Agraria ha impulsado el empleo formal y la constitución de empresas, también ha tenido un impacto positivo en el ingreso laboral donde se observa que el ingreso promedio del sector agrario creció en 76,7%, mientras en el sector agroindustria se expandió en 30,2%durante en el periodo de análisis.

El ingreso promedio en el sector agrario es de S/1.318, superior en 128% al ingreso en el sector informal. Lo mismo sucede en la agroindustria, en donde el ingreso de S/1.710 supera en 67,8% al ingreso del sector informal.

Asimismo con la ley, la actividad económica del sector agropecuario y del sector agroindustria crecieron a una tasa promedio anual de 3,4 y 3,8%, respectivamente, acumulando una expansión de 39,4% para el sector agropecuario y 45,4% para el sector agroindustria en la década.

Aportó a reducir la pobreza

La ley también ha incidido en la reducción de la pobreza en zonas rurales dado que el sector agropecuario y agroindustria alcanzaron un mayor desarrollo y formalización. La pobreza rural retrocedió de 74,0% en el 2007 a 15,1% en el 2017. Similares resultados se observa en la pobreza extrema rural que se contrajo de 11,2% a 3,8% entre los mismos años.

Exportaciones

Por otro lado, tanto el sector agropecuario y agroindustrial son una importante fuente de divisas gracias a las exportaciones. En el periodo 2000-2017 las exportaciones agropecuarias totales se multiplicaron nueve veces, creciendo a una tasa promedio anual del 14% hasta alcanzar los US$ 5.933 millones. “Este avance se explica principalmente al creciente aporte de las exportaciones agropecuarias no tradicionales cuya participación aumentó en 25 puntos porcentuales respecto al año 2000”, comentó el economista Peñaranda.

Los envíos agropecuarios no tradicionales se multiplicaron 13 veces creciendo a una tasa promedio anual del 16,3% hasta alcanzar los US$ 5.114 millones. Cabe mencionar que los principales destinos de las exportaciones agrícolas y agroindustriales son EE.UU., Países Bajos, España, Reino Unido, Ecuador y Chile.

Opinión general

Para el IEDEP las cifras evidencian que la Ley de Promoción del Sector Agrario ha logrado óptimos resultados en muchos aspectos, algunos de los cuales pueden ser base para políticas concretas, como la laboral, u otros sectores o subsectores económicos, como el forestal y acuícola. No obstante, “si se quiere obtener un mayor resultado de esta legislación es necesario superar problemas estructurales que se encuentran en la actividad agrícola como la baja productividad, tecnificación e infraestructura, sobre todo en las zonas de mayor pobreza del país”, anotó Peñaranda.