La economía de Argentina registró en septiembre una caída interanual del 5,8 %; de modo que entra por segunda vez en recesión durante la gestión de Macri.
Los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) de Argentina divulgados este viernes confirman que, en los primeros nueve meses de 2018, la economía del país suramericano cayó un 5,8 por ciento si se la compara con septiembre del año pasado.
Además, el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) registró en septiembre una baja del 1,9 % en relación a agosto.
La nueva baja de septiembre se debe al retroceso del 10,8 % en la actividad en la industria manufacturera, del 12,8 % en el consumo mayorista y minorista, del 2,9 % en la construcción, lo que repercutió en una merma del 4,6 % en el sector del transporte.
La economía argentina alcanzó así seis meses consecutivos de indicadores negativos y dos trimestres consecutivos con retracción, por lo que técnicamente puede considerarse que ingresó en proceso recesivo, aunque según las proyecciones privadas la tendencia se extenderá.
“Con los datos que acaba de publicar el INDEC, entramos técnicamente en recesión, ya que acumulamos dos trimestres seguidos de caída desestacionalizada”, destaca el economista Martín Alfie.
Esta es la segunda vez que el país entra en recesión desde que Mauricio Macri asumió la presidencia en diciembre de 2015. La primera duró nueve meses, entre marzo y noviembre del 2016.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía de Argentina caerá este año 2,6 %, con una inflación del 40,5 %.
El 15 de noviembre, el Senado argentino aprobó un presupuesto de austeridad para 2019, que contempla una reducción del déficit para lograr el equilibrio fiscal a fin de asegurar los desembolsos del auxilio de 56 000 millones de dólares pactado con el FMI.
El Gobierno de Macri es blanco de constantes críticas por sus conflictivas medidas, por ejemplo: los llamados tarifazos de los servicios básicos y transporte y sus despidos masivos. Según varios sondeos, esas mismas medidas lo han convertido en uno de los presidentes más impopulares del país suramericano.