En el programa juntos y pensión 65 hay 2.369 y 2.002 beneficiarios que no son pobres. Las filtraciones se darían por la metodología que se sigue en el Sistema de Focalización de Hogares (Sisfoh), la cual no es tan rigurosa como la de Enaho.

Para conocer con exactitud cuántos hogares peruanos pobres necesitan acceder a los programas sociales es necesario realizar un exhaustivo censo a nivel nacional (similar a la Encuesta Nacional de Hogares – Enaho), el cual tendría un costo de alrededor de S/2.640 millones. De esa manera se evitaría que hogares que no tienen condición de pobreza ingresen a estos programas asistenciales del Estado, afirmó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima.

“Los programas sociales Juntos, Pensión 65, Cuna Más y Qali Warma operan simultáneamente desde el año 2014 y para el presente periodo 2019 cuentan con un presupuesto de S/3.858 millones, recursos que deben ser correctamente asignados para alcanzar sus objetivos e incidir en la reducción de la pobreza”, remarcó César Peñaranda, director ejecutivo del IEDEP de la CCL.

Precisamente, el gremio empresarial analizó la Enaho 2017, la cual usó una muestra de 33.289 hogares. De ese total, se observó que 6.374 tienen la condición de hogares pobres y 26.915 son no pobres; en este último grupo se ha encontrado que 2.369 son beneficiarios del Programa Juntos y 2.002 de Pensión 65.

“Solo esa pequeña muestra evidencia que es difícil evitar las filtraciones en los programas sociales. Es una realidad que personas a las que no les corresponde estén recibiendo una transferencia monetaria o no monetaria y eso es un tema que se debe resolver”, afirmó el economista.

De total de beneficiarios, Qali warma, programa alimentario para niños en etapa escolar, concentra el mayor número con 3’828.693 y recibirá este año un presupuesto de S/1.606 millones, lo que representa un 41,6% del presupuesto designado a programas sociales.

Le sigue Juntos con 693.980 beneficiarios y S/938 millones de presupuesto, Pensión 65 (544.202 y S/860 millones), Foncodes (517.596), Cuna Más (168.867 y S/454 millones) y Contigo (19.822).

El IEDEP afirma que una de las explicaciones de estas filtraciones está en la metodología que se sigue en el Sistema de Focalización de Hogares (Sisfoh), que provee información socioeconómica a las intervenciones públicas centradas en la identificación de sus potenciales usuarios.

“El Sisfoh genera una base de datos llamado el Padrón General de Hogares (PGH), que se alimenta de distintas fuentes como el barrido censal del INEI, Unidades Locales de Empadronamiento, bases de datos administrativas (Sunat, planillas, servicios de agua y luz) y focalización geográfica de pueblos indígenas; sin embargo, estos procedimientos no son tan rigurosos como el llevado por la Enaho, encargado de identificar la pobreza de los hogares”, señaló Peñaranda.

En este contexto, el IEDEP considera oportuno, como alternativa, desarrollar de manera continua estudios de evaluación de impacto para verificar si los programas sociales cumplen a cabalidad con los objetivos para los que fueron creados o realizar oportunamente los ajustes necesarios para lograrlos.

“Esto sin dejar de tener presente que el crecimiento económico es la vía esencial más eficaz para la lucha contra la pobreza y la exclusión social”, concluyó César Peñaranda.